De 2010 a 2015, el número de pobres y pobres extremos en la Ciudad de México disminuyó, según el Índice de Desarrollo Social (IDS), afirmaron integrantes del Consejo de Evaluación de Desarrollo Social (Evalúa) de esta capital.

En la presentación de los resultados de la medición de la pobreza multidimensional, detallaron que en el primer caso se logró una reducción de 0.7 por ciento, al pasar de 28.5 a 27.8 por ciento la población en esta situación, lo que implicó que 80 mil 100 personas dejaran de ser pobres en este periodo.

La disminución de la pobreza extrema avanzó un poco más, al alcanzar uno por ciento y bajar de 2.2 a 1.2 por ciento, con lo que 86 mil 700 personas superaron esta condición.

El director de Evalúa CDMX, José Arturo Cerón, precisó que en 2015 había 2 millones 457 mil pobres y 105 mil pobres extremos en la ciudad.

Las delegaciones donde hubo mayor rezago en superar la pobreza fueron Coyoacán, Magdalena Contreras, Azcapotzalco, Tlalpan y Xochimilco, mientras los mejores resultados se obtuvieron en Iztacalco, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Tláhuac.

El IDS se obtiene a partir de medir la calidad y el espacio disponible de vivienda, acceso a salud, seguridad social y educación, con información del censo de población de 2010 y la encuesta intercensal 2015.

Cerón señaló que estos resultados demuestran que son erróneas las cifras que recientemente publicó la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal, de que se había experimentado en este periodo un crecimiento de 3.1 por ciento en el número de pobres extremos en la ciudad, al llegar a 155 mil. Desconocemos de dónde sacó ese dato y tendría que explicarlo, apuntó.

Por separado, el secretario de Desarrollo Social capitalino, José Ramón Amieva, aseguró que las políticas sociales implementadas en la Ciudad de México han evitado que más personas pasen de una situación de pobreza a pobreza extrema.

Remarcó que la pobreza, sobre todo por situación de ingreso, es consecuencia de políticas a escala nacional. La inflación, el alza de los productos de la canasta básica alimentaria y de los combustibles repercute de manera directa en el bolsillo de las personas, es decir, disminuyen su poder adquisitivo y lo que ganan no es suficiente, expuso.

Amieva puntualizó que la Ciudad de México es una de las cinco entidades del país con menos carencia alimentaria, como consecuencia de su sistema de protección social. Empero, admitió, se tienen que reforzar los programas e incrementar el sistema de acompañamiento para que las personas puedan cubrir sus necesidades básicas y los estados de vulnerabilidad que tengan.