La unidad habitacional El Rosario, en Azcapotzalco, pasó de modelo de movilidad social a ser tierra de nadie, ejemplo del deterioro de esos espacios, afirmó Mikel Arriola Peñalosa, precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la jefatura de Gobierno capitalino, quien se comprometió a elaborar un plan de rescate integral que incluya reforzar la seguridad, pues uno de los principales problemas que enfrentan sus habitantes son los altos índices delictivos y la venta de drogas.

El abanderado del tricolor planteó que incluso podría ser el sitio idóneo para echar andar programas piloto en servicios de salud, en particular de visitas geriátricas permanentes, pues personas de la tercera edad son mayoría en este conjunto habitacional.

En un recorrido por los deteriorados edificios y los andadores de las maltrechas áreas verdes, Arriola escuchó las quejas de los vecinos sobre el abandono en que ha caído este conjunto habitacional y también los reproches por el mal servicio que se presta en las clínicas del Seguro Social. Te operan un día y al otro te dan de alta; te tratan como animal, expuso una asistente.

La principal denuncia entre los pobladores fue la inseguridad que enfrentan todos los días, a grado tal que, señalaron: Ya da miedo vivir aquí.

Arriola ofreció hacer las gestiones para mejorar la Clínica 33 y poner en marcha un programa para dar mantenimiento a los edificios y andadores, renovar pisos y banquetas, mejorar la iluminación, incorporar policías de proximidad, instalar cámaras de video vigilancia y construir una casa del adulto mayor.