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Helen Mirren interpreta a una viuda de fabricante de rifles

Winchester cuestiona la riqueza que produce la venta de armas
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Winchester es una película de fantasmas con un distintivo estadunidense particular, dice la actriz de 72 añosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de febrero de 2018, p. 9

Los Ángeles.

Helen Mirren dice que su nueva película, Winchester, no es de terror, sino más bien una historia de fantasmas con raíces extranjeras, con un elemento distintivo estadunidense: el impacto sicológico de las muertes por armas de fuego.

Mirren interpreta a Sarah Winchester, mujer de la vida real que en el siglo XIX heredó una gran fortuna de su esposo por la creación del fusil Winchester poco después de la Guerra Civil. Winchester cree que es asechada por quienes murieron baleados con esa arma que disparaba más rápido que los rifles anteriores.

Es una historia de fantasmas, con suerte en la gran tradición de las historias y películas japonesas, dijo Mirren en una entrevista reciente. A los japoneses les encantan este tipo de historias y creen mucho en el poder de los espíritus de los ancestros, igual que muchas culturas.

Parte de la película se filmó en la mansión de Winchester en San José, California, a donde la mujer se mudó tras la muerte de su esposo, en 1881. Ahora conocida como La Mansión Misteriosa de Winchester, es una atracción turística popular con más de 160 habitaciones, 10 mil ventanas, 2 mil puertas y 40 escaleras.

Según el conocimiento popular en torno a la vida de Winchester, ésta encargaba construcciones en la casa constantemente para tratar de confundir a los fantasmas que creía que la asechaban.

Existen muchas teorías de por qué ella hacía eso, dijo Mirren. Una que exploramos es que trataba de aplacar a los fantasmas de quienes habían sido asesinados con el rifle Winchester. Ella sentía sus muertes con mucha fuerza, se sentía responsable, y trataba, a su manera, de aplacarlos.

Pese a los temas de Winchester, la actriz de 72 años dijo que el filme no intenta hacer ninguna declaración acerca de la propiedad de armas en Estados Unidos.

Se trata más bien de poner un signo de interrogación o el peso de la decisión moral sobre las personas que hacen una fortuna fabricando armas, sean pistolas, bombas, granadas, lo que sea, dijo.