El himno y la bandera mexicanos, así como el pebetero encendido en el Comité Olímpico Mexicano (COM) son la mayor motivación para los esquiadores que representarán al país en los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018, del 9 al 25 de febrero.

Emocionados en compañía de sus familiares, Robert Franco, Rodolfo Dickson y Germán Madrazo manifestaron su compromiso al ser abanderados en una ceremonia encabezada por Olegario Vázquez Raña como miembro del COM.

Me gustaría decirles a los mexicanos que no necesita- mos ser el país más rico, el mejor posicionado ni el de mayor experiencia, solamente necesitamos ser el país con más ganas, porque a los 43 años califiqué a los Juegos Olímpicos de Invierno, expresó Madrazo, quien fue el encargado de recibir el lábaro patrio, escoltado por sus compañeros Franco y Dickson, así como Carlos Pruneda, jefe de misión, y los entrenadores Alfredo Gorraez y John Franco.

Madrazo es el único de los cuatro esquiadores calificados a la justa invernal que no creció como deportista cerca de la nieve, sino viajando desde su natal Querétaro, lo que asegura, le ha hecho enfrentar discriminación en las competencias, por lo que quiere demostrar a la juventud mexicana que es posible alcanzar un buen nivel, aunque consciente de que estará lejos de las medallas en la prueba de campo traviesa.

El esquiador, quien volvió al Centro Deportivo Olímpico Mexicano más de 30 años después de que compitió de niño en unos Juegos Nacionales, comentó que se desarrolló como esquiador y calificó a los Olímpicos a pesar de los obstáculos, pues en las competencias internacionales enfrentó el rechazo de los atletas dominantes que se negaban a que participara un competidor lento. No obstante lo cual, calificó gracias a su nivel.

También será la primera vez para Franco, esquiador profesional de padre mexicano y madre estadunidense que espera darle a México su primera medalla olímpica invernal.

Quiero una presea

Quiero ganar una presea para México, dijo Franco, quien entrena bajo las órdenes de su padre y está convencido de que llegará al nivel de la exigencia olímpica en Pyeongchang.

Rodolfo Dickson, chico de Puerto Vallarta quien al quedar huérfano fue adoptado a los tres años de edad por una pareja canadiense –lo acompañaban ayer– es a sus 20 años el más joven de la delegación y competirá en las modalidades slalom y slalom gigante.

Sarah Schleperse, estadunidense de 36 años casada con un mexicano, competirá por primera vez por México, aunque será su quin-ta participación en las justas invernales, luego de hacerlo en cuatro ocasiones por su país. La especialista en slalom gigante –ausente ayer en el abanderamiento debido a que competía esta semana en Italia– se integrará a la delegación la semana próxima en Seúl.