Juchitán, Oax.

Brayan Vásquez y Maury Antonio Vásquez tienen 12 años de edad y son integrantes del colectivo Binni Birí, creado para impulsar labores solidarias después del terremoto del pasado 7 de septiembre en Juchitán. Como parte de sus actividades, impartieron a menores de edad y jóvenes talleres de reconstrucción con base en la resiliencia del alma.

La casa de la poeta zapoteca Natalia Toledo, hija del pintor Francisco Toledo, fue sede de talleres en los que participaron unos 30 menores, quienes a través de la pintura y el reciclaje plasmaron lo que les dejó el sismo del 7 de septiembre en su vida y en su comunidad.

Toledo, junto con el escritor Mardonio Carballo y el artista Demián Flores, impulsa el proyecto solidario Binni Birí, que comenzó con un centro de acopio en la colonia Condesa de la Ciudad de México. Una vez en Juchitán, menores de edad y jóvenes voluntarios distribuyeron la ayuda y fueron bautizados como binni birí (escuadrón hormiguita en zapoteco).

Natalia Toledo reconoció la enorme labor de niños y niñas del colectivo, vecinos de la Séptima Sección de Juchitán.

Indicó que durante el primer taller de pintura Inventa tu universo pintando, impartido luego del terremoto, los menores dibujaron sus viviendas y plasmaron aquello que perdieron con el sismo, cómo eran sus viviendas y la forma en que les gustaría que fueran reconstruidas; además, pintaron figuras abstractas.

Los niños son mágicos dijo la poeta, quien después del terremoto ha prestado su hogar como espacio solidario para ofrecer alimentos y para la expresión artística.

El segundo taller fue de reciclaje. Los menores hicieron alcancías y flores con diversos materiales de desecho.