La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la Ciudad de México inició una investigación interna para determinar si hay alguna complicidad entre delincuentes y policías en el pueblo de San Bartolomé Xicomulco, delegación Milpa Alta –donde el lunes pasado hubo un intento de linchamiento a un presunto ladrón–, como denunciaron habitantes, quienes aseguran que desde que se instaló en esa comunidad una estación de policía se incrementaron los índices delictivos.

De acuerdo con el jefe del estado mayor policial de esa dependencia, Miguel Soria, la instalación de módulos policiacos tiene como fin primero disminuir la incidencia delictiva en determinadas zonas, pero si a la par hay manifestaciones de la población (de presunta complicidad) se tienen que investigar por la Dirección de Asuntos Internos y determinar si hay contubernio.

–¿Están ya investigando?

–Así es, y se realiza con la información que se tiene de primera mano.

Añadió que eso permitirá establecer si hay elementos suficientes para poder abrir una carpeta de investigación interna, y para dar vista a la Procuraduría General de Justicia y castigar a quienes resulten responsables. La instrucción del secretario, Hiram Almeida, es que no se permita ninguna conducta que no se apegue al actuar policial, remarcó Soria.

Por otra parte, la SSP informó que en una reunión de mandos policiacos, autoridades delegacionales y representantes vecinales, se acordaron acciones para reducir el índice delictivo en Xicomulco, entre ellos realizar recorridos en las zonas de conflicto y parajes, y atender las emergencias con seriedad y prontitud para reducir los tiempos de respuesta, además de evaluar resultados cada 15 días.

En tanto, en dos diferentes oficios, uno del director general de Jurídico y Gobierno de Milpa Alta, Alejandro Pacheco, y otro de la Coordinación Territorial de San Bartolomé Xicomulco, se precisa que ninguna autoridad tiene datos sobre la persona que habría sido víctima del joven al que se intentó linchar el pasado lunes. La mujer que se mencionaba como agredida aclaró –en una asamblea vecinal– que ni ella ni su familia habían sufrido agresión alguna como se rumoraba en la comunidad.

En el primer documento (oficio DGJG/114/2018) se menciona que nadie se ha presentado a solicitar el apoyo ni a denunciar lo ocurrido el lunes; mientras en el segundo, firmado por Josefina Castro, se refiere a ese caso y a la falta de liderazgos para controlar a la turba enardecida que lanzaba piedras y objetos; además, habla de la inseguridad que prevalece en el poblado a raíz de la ubicación de la estación de policía.