El aspirante del Partido Revolucionario Institucional a la jefatura de Gobierno capitalino, Mikel Arriola, recorrió el conjunto habitacional Tlatelolco, donde ofreció hacer un programa de rescate integral que devuelva a sus moradores la seguridad, el alumbrado público, el abasto de agua y la recuperación de las áreas comunes en los 90 edificios que los forman.

También se refirió a la supuesta adquisición de un hotel boutique por el ex jefe delegacional de Cuauhtémoc Ricardo Monreal Ávila, a mitad de precio durante su gestión, e indicó que se debe investigar a fondo cualquier acto de corrupción.

“Aquí hay un contraste interesante: por un lado vemos casas muy deterioradas y de repente un delegado que aparece como dueño de un hotel boutique en una zona que a cualquiera no se le hubiera autorizado”, apuntó, al señalar que la delegación Cuauhtémoc es líder en varios delitos del orden común, como asaltos a transeúntes y robos a casas.

El abanderado del tricolor consideró que debe haber cero tolerancia y actuar con mano firme en contra de la corrupción, que crea criminalidad, desarrollos irregulares y cotos de poder.

Ante residentes que lo acompañaron en su recorrido, señaló que el abandono es notorio, pero existe una gran red vecinal con la que se puede salir adelante en este en este conjunto, el cual, recordó, fue pensado como una pequeña ciudad.

Esa aspiración es muy importante; me parece que si se consiguen recursos suficientes, podríamos empezar a partir de 2018 a regenerarla de manera integral. Lo que falta es un programa de reconstrucción que desde el temblor de septiembre de 1985 no se ha dado, expuso.

Los vecinos le expresaron su preocupación por el deterioro de las áreas verdes, la falta de agua, de alumbrado público y la inseguridad en la zona, y solicitaron su apoyo para recuperar el viejo cine, que resultó dañado por el sismo y está dictaminado para demolición. Trataron de hacer un estacionamiento, porque es de un particular, pero no se les permitió. Lo que queremos es que se haga un cine-museo, expresaron.

Jose Ángel González señaló que a veces pasan cuatro días y no tenemos agua. Además nuestros niños ya no salen a jugar a la calle, nuestras áreas comunes están abandonadas y vivimos con miedo ante el aumento de la delincuencia.