Se confía más en la fe y la magia, que en la ciencia
analfabetismo científico: investigadora de la Uia
Miércoles 24 de enero de 2018, p. 39
México no sólo vive un analfabetismo científico
, sino que tampoco existen políticas públicas con la tarea de difundir y divulgar la ciencia y la tecnología, a fin de revertir este desconocimiento y hasta desconfianza que se tiene hacia la ciencia, aseguró Ruth Pedroza Islas, coordinadora de Ingeniería de Alimentos en la Universidad Iberoamericana (Uia).
Además, cuestionó que hasta ahora la enorme tarea de generar y difundir investigación esté concentrada principalmente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Al participar en el seminario La agricultura moderna, Pedroza Islas, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, citó diversos datos que arrojó la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología (Enpecyt) 2015, donde se concluye que los mexicanos confían más en la fe, en la magia, la astrología, y hasta en la suerte, que en la ciencia.
Así, por ejemplo, destacó que entre estos resultados muestran que 73 por ciento de las personas encuestadas confía en la fe y muy poco en la ciencia; 79 por ciento considera que la aplicación de la ciencia hace que el modo de vida cambie demasiado rápido, se viva de manera artificial, e incluso que se deshumanice.
También citó que casi 60 por ciento considera que debido a sus conocimientos, los científicos son personas que tienen un poder que los hace peligrosos
.
En tanto, en el terreno médico, la muestra –elaborada por el Conacyt y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)–, revela que más de 70 por ciento de los mexicanos identifica a la acupuntura, la homeopatía y hasta las limpias como medios para el tratamiento de algunas enfermedades que la ciencia no reconoce.
En este tema, la investigadora de la Uia señaló que este desconocimiento ha provocado, en gran medida, que el país viva realmente un desastre
en materia de salud, en el que millones de mexicanos tomamos las peores decisiones porque no están basadas realmente en evidencias científicas.