El crudo ligero, difícil de eliminar y tóxico para la fauna: ONG
Martes 23 de enero de 2018, p. 31
La marea negra provocada por el naufragio de un barco petrolero en el mar de China oriental triplicó su tamaño en apenas cuatro días. Ya cubre más de 300 kilómetros cuadrados y amenaza una ruta vital de migración de ballenas jorobadas y grises.
El vertido afecta a una zona de reproducción del calamar espada, según la organización Greenpeace, la cual subrayó que aunque se trata de crudo ligero que no crea una capa sobre la superficie marina, es mucho más difícil de eliminar y es altamente tóxico para la fauna.
El 6 de enero anterior el barco Sanchi colisionó con un carguero. Hubo varias explosiones y el buque ardió hasta que finalmente se hundió el 14 de enero. Transportaba 136 mil toneladas de crudo de baja densidad, equivalente a un millón de barriles, procedentes de Irán. A bordo iban 32 marineros –30 iraníes y dos bangladesíes–. Todos murieron en la catástrofe.
Continúa derrame
Ahora, la nave yace a 115 metros de profundidad. Se desconoce la cantidad de contaminantes que hay en su interior, pero se ha informado que continúa derramando petróleo. Además de su carga, el buque Sanchi, de pabellón panameño, podía haber transportado hasta mil toneladas de diésel pesado para el funcionamiento de sus máquinas.
La zona afectada se ubica a unos 300 kilómetros al este de Shanghai, donde también hay una importante presencia de peces corvina y cangrejo azul. Además, varios mamíferos marinos pasan por la región en sus migraciones, entre ellos las ballenas jorobada y gris.
Imágenes tomadas por satélite permitieron detectar tres capas de hidrocarburos que miden 332 kilómetros cuadrados en total, indicó la Administración Nacional de Océanos de China.
El miércoles anterior la misma fuente había referido que la marea negra se extendía sobre 101 kilómetros y de acuerdo con los datos más recientes, se desplaza hacia el norte, debido a los vientos y las corrientes marinas.
La administración oceánica advirtió que el derrame podría amenazar las costas surcoreanas y japonesas.