El Colectivo contra la Tortura y la Impunidad (CCTI) denunció que el Estado mexicano aplica de manera deficiente el Protocolo de Estambul, por lo que esta herramienta –creada por la Organización de las Naciones Unidas para prevenir, detectar, investigar y sancionar actos de tortura– no es eficaz para erradicar ese delito en el país.

En conferencia, integrantes del colectivo presentaron el informe Implementación del Protocolo de Estambul: arma de impunidad en México, para el que contaron con el apoyo del Consejo Internacional para la Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura, con sede en Copenhague, Dinamarca. Advirtieron que las autoridades se han limitado a impartir capacitación a personal de la Procuraduría General de la República y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sin crear reformas legales, investigar de manera eficaz el delito y otros lineamientos del protocolo.

Apuntó la falta de independencia de los peritos que lo aplican, lo que permite la manipulación, alejándose del verdadero objetivo. Las fallas estructurales de su implementación en México han hecho que el protocolo sea usado en contra de los sobrevivientes para fomentar un círculo de impunidad y no indagar realmente lo que sucede. Las investigaciones por tortura en el país se reducen a un dictamen médico-sicológico, dejando elementos básicos de revisión del lugar de los hechos, del momento de la detención y tortura, de los traslados, señaló Edith Escareño.

Según el informe, entre 2006 y 2014 se iniciaron en el país mil 884 investigaciones por este delito; sin embargo, sólo hay 12 acusaciones y ocho condenas.