El ex presidente de Brasil va hoy a Porto Alegre para agradecer expresiones de apoyo
Martes 23 de enero de 2018, p. 24
Sao Paulo.
Estoy muy tranquilo, pero herido porque mis acusadores no tienen derecho a contar tantas mentiras
, afirmó el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva (2003-2010) en vísperas de que la justicia brasileña confirme o anule este miércoles la sentencia de nueve años y medio de prisión a la que fue condenado en julio de 2017, en el primero de varios juicios por corrupción.
Al ex presidente se le acusa de ser beneficiario de un departamento en el balneario paulista de Guarujá, que presuntamente le cedió la constructora OAS a cambio de contratos en la estatal Petrobras, de lo que no hay prueba alguna.
Lula, a la cabeza de todas las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre, deberá seguir el juicio efectuado por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre, desde Sao Paulo.
El resultado determinará el desarrollo político de la campaña electoral, ya que podría complicar su candidatura.
Mañana (martes) iré a Porto Alegre para agradecer la solidaridad del pueblo que se ha manifestado
, anunció el ex dirigente metalúrgico en un acto con sindicalistas en el Instituto Lula, de Sao Paulo, y reiteró que aunque no hay pruebas
contra él, seguramente no será ni la primera ni la última víctima
de los jueces brasileños.
Esperaré tranquilamente el resultado
, aseguró, tras anunciar que el 27 de febrero iniciará una nueva caravana de precampaña por el sur del país.
Desde el fin de semana empezaron a llegar a la capital de Río Grande do Sul autobuses con seguidores del líder de la izquierda. Este martes está previsto ahí un acto de mujeres en favor de Lula, en el que se espera la participación de la destituida ex mandataria Dilma Rousseff (2011-2016) y de la ex presidenta argentina Cristina Fernández.
El miércoles se prevén concentraciones de grupos derechistas contra Lula, por lo que el gobierno de Río Grande do Sul y la alcaldía de Porto Alegre anunciaron un dispositivo especial de seguridad con apoyo del ejército para realizar un bloqueo perimetral terrestre, aéreo y naval.