Ante la falta de sueldos competitivos en el futbol femenil profesional mexicano, cientos de jugadoras tienen que combinar sus entrenamientos con estudios académicos para terminar una carrera universitaria, pues aseguran que como mujeres, de este deporte todavía no se puede vivir.

Mientras los varones pueden dedicarse ciento por ciento a sus carreras deportivas gracias a los altos salarios que perciben, las mujeres deben realizar alguna otra actividad o tener una profesión para subsistir, pues sus sueldos están lejos de ser tan elevados como los de los hombres.

Samara Alcalá, integrante del club Atlas, es una de esas múltiples jugadoras que tiene que dividir su tiempo entre salones de clases y campos deportivos. Actualmente estudia fisioterapia en la Universidad de Guadalajara, pues dijo estar consciente de que su carrera en las canchas no le dará lo suficiente para vivir cómodamente.

Tengo bien claro que no voy a vivir del futbol, creo que eso todavía está muy lejano, pero sí puedo disfrutar esta etapa. En ocasiones es muy complicado ir a la escuela, salir corriendo hacia el entrenamiento y hacer tareas en la noche, pero sé que en la vida hay que hacer sacrificios para tener lo que uno desea, mencionó en entrevista.

La zaguera detalló que el sueldo que le pagan en su equipo ni siquiera alcanza para el transporte, pero gracias al apoyo que he recibido de mis padres he podido cumplir mi gran sueño, que era ser futbolista profesional. Sé que esto no me dará para vivir, al menos en un futuro cercano, por eso sigo estudiando, pues tenemos que estar preparadas para cuando esto se termine.

Aunque aplaudió que el cuadro rojinegro anunció hace unos días un aumento de sueldo para sus jugadoras luego de que Alicia Cervantes renunció al plantel por sólo recibir mil 500 pesos mensuales, Alcalá subrayó que las futbolistas deben tener otra fuente de ingresos para poder afrontar la vida al término de sus carreras deportivas.

Me da mucho gusto que los directivos estén viendo por nosotras, pero esto es futbol y todo puede cambiar en unos segundos, por eso es importante tener un respaldo, una carrera profesional que nos ayude a salir adelante cuando ya no estemos en las canchas, aseveró.

Consideró que en la recién creada Liga Mx Femenil el aspecto económico “es un tema difícil de tratar, pues no a todas nos apoyan igual en nuestros respectivos clubes, a algunas les dan becas académicas, a otras sólo alguna ayuda, y pocas tienen un sueldo.

Entiendo que a muchas sí les afecta en su entorno, pues no todas cuentan con el apoyo de su familia o tal vez tienen otros compromisos que cumplir, pero creo que por ahora no hay que fijarnos tanto en la cantidad, sino en la oportunidad que nos están dando.

Indicó que sus compañeras de profesión deben tener paciencia. No hay que desesperarnos, antes nadie nos pagaba nada por hacer realidad nuestro sueño, ahora tenemos que esforzarnos, seguir adelante y con la cabeza en alto, pues es una situación difícil, pero no es nada que no se pueda solucionar.

Finalmente, Samara confió en que la situación de las jugadoras mexicanas mejorará a corto plazo. No soy quién para exigir ni nada, pero sí sería agradable un aumento, algo justo; sé que no nos pagarán como a los jugadores de primera división, pero creo que sí podríamos estar mejor, ojalá que sea pronto, sostuvo.