Lo rifado de 2017 (avant-garde, 1ª parte)
na vez bien instalados en los tiempos laborales, mucha atención a esa música abundante y exquisita que circunda el orbe, alejada de lo masivo, que jamás pierde vigencia. Con estas ricuras, comienza la selección de la Ruta Sonora con lo mejor de 2017, hoy con la primera parte de lo avant-garde: una aproximación internacional en cuatro categorías: jazz + soul; música tradicional (mal llamada world music) con toques contemporáneos; música experimental y música actual de concierto o de cámara.
Jazz + Soul
1. Joshua Abrams & Natural Information Society. Simultonality (Estados Unidos). Fantástica exploración la de este bajista y compositor de Chicago (ha tocado con The Roots, Godspeed You! Black Emperor, entre otros), quien al lado de la NIS mezcla jazz con contemporáneo y experimental, mediante loops en vivo, tribales e incisivos, minimalistas, hipnóticos, donde sonidos acústicos varios (guitarra, percusiones suaves) forman una cálida ensoñación en espiral.
2. Tony Allen. The Source (Nigeria). Icono creador del afro-beat como baterista de Africa 70, combo acompañante del histórico Fela Kuti, el prolífico Allen ofrece una perla panorámica de jazz, R&B, soul y afro-funk, con el saxofonista Yann Jankielwicz, Damon Albarn en cameo pianístico, y seis músicos más. Un explosivo y jugoso coctel, armónicamente variado, con creativos arreglos. Vital, exuberante.
3. Jaimie Branch. Fly or Die (EU). Esta virtuosa trompetista de Chicago se aleja de lo trillado del jazz, al integrar la tradición del bop clásico en la melodía de su instrumento, con exploraciones acústicas, ya sea de guitarra folk o de cello, con percusiones ligeras, primitivas. Roza la música contemporánea de forma suave y flotante, sin llegar al noise ni al descontrol. Sobresaliente.
4. Zara McFarlane. Arise (Inglaterra). Cantante con voz de ángel, autora y productora, nacida en Jamaica, le da la vuelta al jazz clásico para hacer un post-bop barnizado con timbres y corales afro-caribeños, ocasionales y sutiles acentos reggae-dub, con un poco de canto africano. Jazz tropical y selvático que embruja. Chulada.
5. Irreversible Entaglements. (Disco homónimo). (EU). Poderoso trío neoyorquino de free jazz, que se hace acompañar por la poeta, rapper y activista Moor Mother (Camae Ayewa), quien recita palabras duras de protesta, para en conjunto arrastrar hacia callejones punks de ansiedad, tensión y lóbregos trances urbanos. Adictivo.
6. Ron Miles + Bill Frisell + Brian Blade + Jason Moran + Thomas Morgan. I am a man. (EU). De forma elegante y delicada, el trompetista Ron Miles reúne en ensamble, elementos de jazz melódico con toques aislados de música contemporánea, donde la línea de piano (Moran) dirige el rumbo. En sensual y seductora turbulencia, lo que parece un modesto jam, deviene en fascinante ensoñación.
7. Vijay Iver Sextet. Far from over. (EU). De ascendencia india, este compositor y pianista de Nueva York, acuña un prog-jazz vigoroso, donde una batería de ataque sutil da espacio para que piano y alientos (corneta y dos sax) se explayen. Con remembranzas a Miles Davis y Herbie Hancock, música hindú con bop raga, su aparente jazz tradicional va embelesando con sus retruécanos rítmico-melódicos.
8. Miguel Zenón. Típico (Puerto Rico). Saxofonista y autor, juega con el be-bop de los años 50, inspirado en John Coltrane, al lado de un brillante piano tradicional igual jazzy que tumbao (Luis Perdomo), para hacer un latin inventivo de notables contrapuntos; acelerado, isleño, ácido, tropi-post-bop.
9. Binker and Moses. Journey to the Mountain of Forever (Inglaterra). Joven dueto londinense (batería y sax) que busca alejarse de las manías estadounidenses, notorio sobre todo en el ritmo, un tanto rocker, con eventuales pizcas de calypso y atmosféricas figuras de sax emulando una guitarra. Grabado en directo, captura lo excesivo, frenético y festivo del dúo.
10. Sharon Jones & the Dap-Kings. Soul of a Woman (EU). Grabado en agosto de 2016, tres meses antes de fallecer, tras 20 años de carrera, esta majestuosa intérprete del soul dejó un tesoro (publicado a un año de su muerte), en que los Dap-Kings aplican un sonido retro de funk-soul y gospel cremosísimo, con metales harto groovies y guitarras yeyés. Enorme.
11. Kamasi Washington. Harmony of Difference (EU). Tras su exitoso The Epic (2015), el saxofonista angelino ofrece de nuevo ese latin-jazz ligero y texturoso pero efectivo, que tan bien sabe hacer. Su sonido es fresón y convencional, pero es relevante por llevar el jazz a audiencias jóvenes y ajenas, al saber moverse en el ámbito pop (Kendrick Lamar, Flying Lotus, Run the Jewels).
Twitter: patipenaloza