En Alemania los vientos alcanzaron 203 kilómetros por hora
Viernes 19 de enero de 2018, p. 24
Berlín.
La tormenta Friederike provocó nueve muertos en el norte de Europa, seis de ellos en Alemania, donde el tránsito ferroviario de grandes líneas quedó paralizado por completo este jueves y cientos de vuelos en el continente fueron suspendidos.
Tras su paso por Alemania, Friederike se dirigió al este con vientos de más de 130 kilómetros por hora, aunque en los macizos montañosos del Hartz, en el centro, se registraron vientos hasta de 203 kilómetros por hora.
Pasajeros que quedaron varados en estaciones alemanas recibieron un bono de hospedaje debido a que se les impidió continuar su viaje. En localidades donde los hoteles no fueron suficientes, las personas debieron pernoctar en los trenes. Un portavoz de la compañía ferroviaria Deutsche Bahn señaló que la prioridad era proteger a los pasajeros y al personal.
Numerosas escuelas y guarderías se mantuvieron cerradas en el oeste del país y, en el este, como ocurrió en Berlín, algunos establecimientos terminaron antes su jornada para permitir a los alumnos regresar a sus hogares de manera segura.
Seis personas murieron en accidentes causados por la tormenta en Alemania, dos en Holanda y otra en Bélgica.
La circulación de trenes de alta velocidad Thalys, que cubren trayectos entre París, Alemania y Holanda, fue interrumpida.
En Holanda, la tempestad paralizó a los aviones en la pista del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol durante la mañana. En total se suspendieron 320 vuelos.
También en Alemania se vieron afectados los aeropuertos de Dusseldorf, en la zona oeste, y Múnich, en el sur.
En Holanda, la red ferroviaria continuaba interrumpida a mitad de la tarde, lo que provocó un verdadero caos con pasajeros hacinados en las estaciones en busca de otro medio de transporte, pero los servicios de autobuses y tranvías también estaban saturados.
La ciudad portuaria de Róterdam era inaccesible por las carreteras provenientes del norte, en particular desde La Haya y Ámsterdam.
Los barcos de pesca quedaron anclados a los muelles, así como el ferry de la isla de Texel, al tiempo que numerosos ejes carreteros se mantenían cerrados.
En Francia la tormenta también causó daños. Unos 3 mil locales y viviendas quedaron sin luz en el norte del país.