Lima.

Una efigie de grandes dimensiones de Jesucristo fue incendiada parcialmente la madrugada de ayer en Lima, cinco días antes de la llegada del papa Francisco a Perú. Por su parte, el gobierno chileno descartó que el visitante corra algún peligro luego de ataques incendiarios que afectaron cinco iglesias católicas en Santiago en días recientes.

El incendio, que comenzó en la base del Cristo del Pacífico, réplica del Cristo Redentor de Río de Janeiro, empañó la llegada del pontífice a Perú. Los primeros informes ligaron el incidente a un posible atentado contra su visita, como los que se reportaron en Chile, adonde llegará mañana y permanecerá hasta el jueves para luego volar a Lima.

El fuego, que comenzó a las 4:21 de la madrugada, fue sofocado por más de 20 bomberos; sin embargo, la parte posterior de la estatua, de 70 toneladas, 21 metros de altura y recubierta con fibra de vidrio, quedó manchada de hollín.

El portavoz de los bomberos limeño dijo que la causa del siniestro es investigada, aunque la policía descartó posteriormente cualquier acto de sabotaje. Argumentó que un corto circuito, provocado por la humedad excesiva y la exposición al aire libre de los cables de luz eléctrica, ocasionó el incidente.

La estatua peruana de Cristo, donada en 2011 por la firma brasileña Odebrecht, empresa involucrada en el mayor escándalo de corrupción en América Latina, ya fue atacada anteriormente. Este incendio sigue a otros ataques del viernes contra iglesias católicas en Chile.

El 27 de enero de 2017 el Cristo peruano amaneció con pintas, que decían: Odebrecht fuera del país, Alan García culpable, no robarás y Juicio a García, en alusión al grupo brasileño y al ex mandatario, cuya pasada administración (2006-2011) recibió la efigie, con valor de al menos un millón de dólares, como regalo de la constructora.

En tanto, el Papa anunció que se reunirá en Chile con los más pobres entre los pobres –la cara menos visible de uno de los países con alto desarrollo económico de la región– y visitará el Hogar de Cristo, la mayor entidad de ayuda social del país, que atiende cada año a unas 37 mil personas.

En tanto, el ministro del Interior chileno, Mario Fernández, comunicó a medios locales que detrás de los actos incendiarios contra templos católicos estarían grupos pequeños y con capacidad de acción limitada. Se trata, aseguró, de hechos que son graves y repudiables, pero también hay que ver en su medida las cosas.

Además, las autoridades duplicaron el personal en las fronteras para acoger a la gran cantidad de argentinos que se espera arribarán a Chile para la visita del pontífice.