De cara a definiciones inminentes en el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el presidente Enrique Peña Nieto dijo ver con optimismo la posibilidad de alcanzar un acuerdo que beneficie a los tres países miembros. De inmediato acotó, sin embargo, que independientemente del resultado de las negociaciones comerciales, Canadá, Estados Unidos y México, seguiremos siendo socios cercanos, en virtud de la variedad y la magnitud de los lazos económicos, sociales y culturales que nos unen.

De este modo, el jefe del Ejecutivo pareció dar respuesta a las insistentes versiones referidas a una eventual salida de Estados Unidos del tratado trilateral y para la cual incluso se ha dado como fecha el próximo 23 de este mes cuando se realice la sexta ronda de negociaciones en Montreal, Canadá.

Con los integrantes del Servicio Exterior Mexicano en la clausura de su 29 reunión anual, Peña Nieto consideró tema central para 2018 la renegociación del TLCAN y frente a la cual México mantendrá una posición firme, seria, constructiva y de buena fe basada en los principios, objetivos y límites que hemos establecido.

Al inicio de su mensaje recapituló el desarrollo de la política exterior el año pasado frente a hechos, como la complicada relación con el nuevo gobierno de Estados Unidos. Y aunque no se refirió directamente a esa nación, puntualizó que México asume su responsabilidad ante el mundo, cultiva sus relaciones con nuevos socios y aliados tradicionales y defiende sus intereses de manera pragmática y con dignidad.

En su último encuentro con los diplomáticos mexicanos en su mandato, el Ejecutivo formalizó su compromiso de enviar al Congreso una iniciativa para mejorar las condiciones de retiro de embajadores y cónsules. Corresponde respaldar institucionalmente a los mexicanos que deciden servir a su país en la diplomacia, argumentó.

De ser aprobada tal medida, ello implicará una asignación de mayores recursos presupuestales para la Secretaría de Relaciones Exteriores. Sabedor de tal condición, el mandatario no se contuvo y, fuera de texto, exclamó: ¿sí lo escuchó el secretario de Hacienda, verdad?

En el almuerzo servido en el salón de la Tesorería de Palacio Nacional y tras una sesión privada con los diplomáticos, el presidente Peña también ratificó las líneas de acción para el quehacer de la política exterior mexicana en función de cada región del mundo y con énfasis en los acuerdos comerciales existentes, en vías de renegociación o aquellos en búsqueda de establecerse.

Resaltó entonces el papel de México como un importante actor global responsable, porque promueve soluciones de beneficio mutuo y no asume posiciones unilaterales o irreconciliables.

Aportar al mundo, planteó entonces, exige involucramiento, no aislamiento, apego a principios, pero también capacidad para aplicarlos con lucidez, promoción del interés propio junto con la empatía para comprender las circunstancias del otro.