Su madre y padrasto la habrían castigado tundiéndola a golpes
Jueves 11 de enero de 2018, p. 16
La mataron porque no sabía avisar que quería ir al baño. Tenía apenas cinco años y su cuerpo sin vida apareció cerca del Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl, estado de México, el 18 de marzo de 2017. Nadie reclamó su cuerpo y las autoridades no lograron identificar a la víctima, por lo que el caso se conoció como La niña de las calcetitas rojas
, pues sólo vestía calcetines de ese color y una sudadera verde.
Hoy, gracias al trabajo de activistas liderados por Frida Guerrera, se sabe que la pequeña le decían Lupita, –pero nunca fue registrada–, y se ha dado a conocer su rostro.
Por meses las autoridades estatales no lograron detener a ningún implicado y desconocían la identidad de la menor. Fue hasta que gracias a las aportaciones que hizo la activista, se capturó a la madre de la menor, de nombre Yadira, y a su compañero y padrastro de la pequeña, llamado Pablo, a quienes se señala como los presuntos responsables del crimen. De acuerdo con las indagatorias, la tundieron a golpes hasta que perdió la vida.
En conferencia, la activista, dos tías de la menor, abogadas de la familia y el padre Alejandro Solalinde pidieron justicia por este caso, que la procuraduría estatal les dé acceso al expediente, que se reconozca a las tías como víctimas y castigo para los dos presuntos responsables del hecho.
Luz María y Marina Medina, tías de Lupita, señalaron que su hermana y su pareja se dedicaban a robar, y vendían lo hurtado cerca del Metro Pantitlán.
Presentaron además un video en el que se ve por última ocasión con vida a la pequeña. El material fue videograbado por una familia que vivía muy cerca de la casa de la menor, hasta donde Lupita llegó sola, para abrazar a una mujer. En el video se le ve con tan sólo una camiseta y ropa interior, hablando sobre qué le pediría a los Reyes Magos. Ese material fue fundamental para reconocer y darle rostro y nombre a la víctima y para el seguimiento de las indagatorias.
Gracias al trabajo del equipo de Frida Guerrera, las tías de la menor, Luis María y Marina Medina, lograron identificar a su sobrina y, apenas en diciembre, presentarse ante las autoridades de Nezahualcóyotl para exigir justicia. Sin embargo, dijeron, ha sido un duro proceso pues se les ha reclamado las razones por las que tardaron tanto tiempo en reclamar y presentarse. A lo que contestaron que no tenían contacto con su hermana, madre de Lupita.
También demandaron que se reconozca a las dos tías como víctimas directas del crimen, con el fin de que puedan tener las prerrogativas que da la ley para esa figura.