Godless: el poder femenino conquista el Oeste
A
lgunas mujeres le temen al fuego, algunas mujeres se convierten en él
(R.H. Sin), una máxima que se ajusta a la encendidamente feminista miniserie Godless (2017) que Netflix puso en circulación hace algunas semanas, y que está entre lo mejor para los que quieran pasar su último fin de semana vacacional echados en el sofá mirando Tv.
Parece paradójico que Scott Frank, nominado al Óscar como guionista por Un romance muy peligroso (Steven Soderbergh, 1998), se apoye en un género tradicionalmente conservador y machista, como lo es el western, para disparar aquí ideas subversivas .
Soderbergh es uno de los productores ejecutivos de esta serie de siete capítulos en la que Frank Griffin (un magnífico Jeff Daniels) y sus bandoleros son el azote de una región de Nuevo México, en los míticos tiempos del salvaje Oeste.
Tras un violento asalto al tren que transportaba la nómina de los trabajadores de la mina Tomboy, el pistolero Roy Goode (Jack O’Conell) decide darle la espalda a su hasta entonces tutor Frank, robándole el botín. Con ansias de redención, el ladrón de ladrones va a dar al rancho de una joven viuda, muy cerca del pueblo minero La Belle en el que sobreviven sólo mujeres.
Dicho por el propio Scott Frank, la idea en esta miniserie fue contar las historias que generalmente quedan de lado dentro del western clásico. Las historias de esposas, prostitutas, viudas, novias, indios, negros, etcétera.
Por ello es que Godless se desata de las convenciones que definen a este género que acompaña al cine casi desde su nacimiento. Termina transgrediendo sus códigos de masculinización y se va por contar una historia alternativa a las comunes en el western popular. De reojo nos recuerda que no toda la literatura del western se ha inspirado en ideales varoniles; hubo mujeres quienes en este género expresaron otro tipo de sentimientos, y otra idea de lo doméstico y lo femenino.
Es así que esta miniserie es un manifiesto de intenciones feministas, sin ángulos racistas ni machistas. Una historia en la que se reniega de la supremacía masculina, de la maternidad como vía para la realización de la mujer e incluso del amor heteronormado.
A lo largo de los siete episodios también podemos deleitarnos con alusiones a otros filmes y directores canónicos del género. Por ejemplo, Scott Frank parece haberse inspirado en la hombruna Vienna (Joan Crawford) del clásico Johnny Guitar (Nicholas Ray, 1954), para la güera y veloz con el revolver Mary Agnes (Merritt Wever), el personaje más transgresor en toda la miniserie.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=RK1t-rE7j0Q
El cuadro luminoso, al centro del negro marco de la puerta, en el que John Ford colocó a John Wayne en The searchers (1956), se replica aquí en una toma a la viuda Alice Fletcher (Michelle Dockery). Otra referencia está en la imagen del pistolero triunfador que se acerca por detrás a su víctima tras el duelo final, como lo mostró Sergio Leone en la monumental Once upon a time in the West (1968) y que nos hace recordar ahora Roy Goode al resultar más rápido que Frank Griffin (tocayo del villano Frank de la película de Leone).
Godless no alcanza la proyección sicológica, la dimensión épica o la amplitud histórica de algunos clásicos del género. Sin embargo, lo refresca con su brisa de modernidad. Al presentar una relación lésbica, otra racial, rompimientos fraternales y parentales, ruptura de roles tradicionales, abre la puerta a una interesante pieza de entretenimiento, repleta de acción y con eco social.
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