Martes 2 de enero de 2018, p. 5
Viena.
Como manda la tradición, los valses, polkas y galopes de la familia Strauss dieron la bienvenida a 2018 en la Filarmónica de Viena bajo la batuta del italiano Riccardo Muti, quien dirige por quinta vez el concierto de Año Nuevo.
El recital, en el que se incluyen siete piezas nuevas, se retransmite en directo por televisión en 94 países desde la Sala Dorada de la Musikverein de la capital austriaca y es seguido por millones de espectadores en todo el mundo. Para conseguir una de las codiciadas entradas es necesario tener buenos contactos o muchísima suerte, pues todos los años una parte se sortea como en una especie de lotería. Los precios oscilan entre 42 y mil 300 dólares.
El espectáculo anual, integrado por alegres valses de la dinastía Strauss, que se remonta a la época dorada de la Viena del siglo XIX, fue visto por unos 50 millones de personas, dijo la Filarmónica.
Este año el director de orquesta fue el maestro italiano Riccardo Muti, quien agitó la batuta en el Gran Hall del célebre Musikverein de Viena, por quinta vez desde 1993. El maestro, de 76 años, ha dirigido varias de las orquestas más prestigiosas del mundo, como la Filarmónica de Berlín, la de Nueva York y la Nacional de Francia. El año pasado, la batuta la llevó el venezolano Gustavo Dudamel.
Además de las favoritas, como El Danubio azul, el programa de 2018 también incluía la Obertura de la opereta Boccaccio de Franz von Suppe y Stephanie Gavotte de Alphons Czibulka.
Entre el público estaba Sebastian Kurz, canciller de Austria desde mediados de diciembre y líder más joven del mundo con 31 años de edad, acompañado por el primer ministro holandés, Mark Rutte. Entre otros invitados se encontraban los presidente de Estonia y de Bulgaria.