Morelia, Mich.

Cada día se suman más comunidades indígenas en la defensa de bosques y huertas de aguacate, debido a que en los meses recientes se ha incrementado el saqueo, robo y cobro de cuotas, aseguró el Concejo Supremo Indígena de Michoacán integrado por 30 pueblos, la mayoría purépechas.

El jefe de la tenencia de Pamatácuaro, municipio de Los Reyes, señaló que en los meses recientes se ha recrudecido el saqueo de los bosques, pero lo más grave es que los talamontes detenidos son liberados horas después. Por lo anterior, habitantes purépechas de Cherato, Cheratillo, 18 de Marzo, Orúscato y Sirío, han decido hacer permanentes las rondas comunitarias o grupos de autodefensa.

Noé Valladares, de la comunidad de San Antonio, manifestó que la devastación de los bosques desde hace cuatro décadas ha dejado prácticamente sin agua a comunidades de la sierra, por eso nos hemos organizado, están acabando con los animales y plantas y ya no hay mucho de dónde sacar para vivir.

Habitantes de Nuevo Zirosto, municipio de Uruapan, también han sido afectados por la delincuencia; varias familias fueron despojadas de sus aguacateras, otras siguen pagando cuotas y ahora los hombres de la región protegen sus huertas con rondas comunitarias que operan clandestinamente una vez que el gobierno decidió desarmar a los autodefensas.

No sólo en Uruapan, también en Tancítaro se están organizando, pues rebrotó el despojo y el cobro de cuotas a los dueños de las huertas de aguacate, indicó el productor Raúl Miranda, de la región de Uruapan. Desde 2005 la comunidad de Nurío, municipio de Paracho, opera con su propia ronda comunitaria; Cherán, a partir de 2011, y Uruapicho, desde 2013. Otro municipio afectado por la delincuencia es Salvador Escalante, donde el crimen organizado se ha plantado y prueba de ello es que una de las huertas donde fueron ultimados cinco cortadores de aguacate era propiedad de la familia de Nazario Moreno, El Chayo.

El 17 de enero de 2014 un grupo de autodefensas devolvió 25 huertas de aguacate a sus legítimos dueños que habían sido despojados por criminales. Para el ex líder de autodefensas Hipólito Mora la situación es delicada; mucha gente entregó sus armas y ahora no tiene con qué defenderse, asegura.