Bogotá.

Un total de 31 personas resultaron heridas la madrugada de ayer por la explosión de una granada en la discoteca Bora Bora, ubicada en Caucasia, departamento de Antioquia, noroeste de Colombia. El ataque fue atribuido a la banda criminal Julio César Vargas, suborganización del clan del Golfo, reportaron autoridades locales.

Óscar Aníbal Suárez, alcalde de Antioquia, indicó que una pareja –un hombre y una mujer– llegó al establecimiento en motocicleta y detonó el artefacto, lo que generó una estampida. Explicó que la mayoría de los lesionados recibieron impactos de esquirlas y algunos reportaron contusiones por golpes de otras personas que trataron de huir entre empujones y gritos.

Suárez puntualizó que las primeras investigaciones indican que el atentado fue cometido por el clan del Golfo, principal red de narcotráfico y crimen organizado en el país, después que el dueño de la discoteca se negó a pagarles extorsiones por derecho de piso.

El coronel Carlos Sierra Niño, comandante de la policía local, confirmó la detención de los presuntos autores materiales, quienes fueron identificados como Tilico y Carmensa o Juliana, supuestos miembros del grupo criminal Julio César Vargas.

El clan del Golfo anunció el pasado día 13, en un comunicado, el comienzo de un alto el fuego por la temporada navideña. El presidente Juan Manuel Santos calificó el anuncio de positivo, pero advirtió que las autoridades mantendrán la ofensiva contra la organización.

El grupo criminal, surgido de remanentes de paramilitares de ultraderecha desmovilizados en 2006, llegó a tener 4 mil miembros. Según el Ministerio de Defensa, ahora se redujo a unos mil 800 tras una ofensiva lanzada en 2015 por las autoridades.

En tanto, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reiteró su voluntad de permanecer en la mesa de diálogo con el gobierno, instalada en Quito, para hallar una salida política al conflicto armado.

En mensaje de saludo al pueblo colombiano por fin de año, el comando central del ELN subrayó que la instancia negociadora no debe interrumpirse después del 9 de enero de 2018, cuando vencerá el cese el fuego bilateral acordado.