Los señalamientos de fraude contra la empresa Asistencia Dental Social (ADS) –que dejó en el país a más de 150 pacientes con cirugías odontológicas inconclusas o mal realizadas– tiene una historia que se remonta a hace más de dos años en España, donde cientos de personas también resultaron afectadas por dicha compañía.

Como informó ayer La Jornada, ADS abrió a mediados de 2016 tres clínicas en la Ciudad de México, en inmuebles ubicados en las colonias Juárez y Polanco, con el nombre comercial de iDental, iClinic e iDoctor, donde ofrecía precios supuestamente más bajos para realizar diversas intervenciones, sobre todo implantes dentales.

Las dos primeras sucursales dejaron de operar en septiembre –con el argumento de que los sismos dañaron los inmuebles– y todos sus pacientes fueron canalizados a la clínica ubicada en Alejandro Dumas 347, pero ésta también cerró de forma intempestiva a principios de este mes, a pesar de que ya había cobrado más de 600 mil pesos a sus clientes por trabajos que no concluyó.

De acuerdo con varios reportajes en medios escritos y electrónicos de España, la empresa identificada con el nombre iDental. Dentistas con corazón comenzó a operar en 2014 en diversas ciudades de aquel país, donde pronto surgieron denuncias de personas que sufrieron mala praxis médica y a quienes no respetaron los presupuestos pactados al principio de sus tratamientos u operaciones.

Otras compañías que ofrecen servicios dentales a bajo costo, como Dentix o Vital Dent, también fueron acusadas por decenas de clientes en España de haberlos estafado, pues el precio final de un implante resultó ser de mil 400 euros (unos 33 mil pesos mexicanos), y no de 250 (5 mil 900 pesos), como se anunciaba en televisión y redes sociales.

De igual forma, testimonios de varios pacientes indicaban que en esas clínicas habían sido víctimas de tratos denigrantes y de intervenciones odontológicas mal realizadas, como extraerles más dientes de los que en realidad se necesitaba, ponerles materiales distintos a los acordados, colocar implantes en ángulos equivocados o utilizar material quirúrgico sin desinfectar.

Según las personas defraudadas en México, la dueña de dos de los inmuebles donde se estableció ADS les confió que en junio de 2016 un grupo de españoles comenzó a rentar ambas casas, pero dejó de pagar el alquiler desde mediados de 2017, con el argumento de que apenas estaban consolidando sus operaciones en el país.