La política nacional para lograr la repatriación de capitales no ha funcionado ni con los incentivos de tipo administrativo para el pago del impuesto sobre la renta (ISR), advirtió la senadora Dolores Padierna.

En los pasados cinco años, las inversiones financieras de mexicanos en el extranjero aumentaron 48 por ciento. Significa que han salido del país 112 mil millones de dólares y hasta julio pasado se había logrado el retorno de sólo 3 mil millones de dólares. Esto revela, según la legisladora, la desconfianza de los empresarios mexicanos en el país, que obtienen beneficios fiscales o que se trata de recursos de procedencia incierta.

Por el contrario, en el mismo lapso (de 2013 a septiembre de 2017) las inversiones financieras extranjeras aumentaron en 571 mil millones de dólares, pero se trata de recursos que generan un pasivo para el país. Son volátiles, pues pueden revertirse en muy corto plazo con base en las expectativas de los inversionistas. Esto presiona al tipo de cambio y obliga al Banco de México a incrementar la tasa de interés, lo que de acuerdo con Padierna Luna, muy probablemente ocurra esta semana.

Recordó que el pasivo por inversiones financieras está respaldado con las reservas internacionales que al mes de noviembre ascendían a 172 mil 749 millones de dólares, más 88 mil millones de la línea de crédito flexible contratada con el Fondo Monetario Internacional. Recurrir a dicho préstamo, implicaría un nuevo aumento a la deuda y afectaría las finanzas públicas.

De ahí la importancia del retorno de capitales nacionales. El monto de 112 mil millones de dólares que han salido de 2013 a la fecha, supera los 85 mil millones de dólares que se fugaron en toda la administración de Felipe Calderón; los 12 mil millones en la de Vicente Fox y los 218 millones durante la administración de Ernesto Zedillo.

En enero de 2017, el Poder Ejecutivo emitió un decreto, con vigencia de seis meses por el cual se otorgaban facilidades administrativas en materia de impuesto sobre la renta relativa a los depósitos e inversiones que se repatriaran a México. En julio del mismo año, hubo un nuevo decreto que amplió el plazo nueve meses más.