Sólo 24 por ciento de los productores agrícolas del país cuentan con lo más reciente en tecnología para el campo y usan drones, apps de celular, automatización por computadora, tractores robotizados, medidores láser, laboratorios químicos de suelos y sensores de temperatura. Para el resto, 76 de los campesinos, que representa prácticamente todo el sector de pequeños productores, el acceso a este tipo de herramientas es casi nulo.

El coordinador del Programa Agricultura y Alimentación de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, Alejandro Espinosa, señaló que dicha tecnología permite competir contra los productores extranjeros y lograr cosechas hasta de 14 toneladas de maíz por hectárea.

Algunos de los productores de estados como Sonora, Chihuahua, Sinaloa o Tamaulipas, llevan casi 10 años usando drones para sobrevolar terrenos, tomar fotografías aéreas y detectar afectaciones a ciertas zonas del cultivo y atacar con mayor precisión plagas.

También usan sensores que permiten medir y controlar la temperatura en invernaderos, medidores láser con los que logran que el terreno de siembra sea parejo para un riego homogéneo, sistemas de aspersores para riego computarizado, programado para funcionar a determinadas horas y sitios, georreferenciación por medio de apps con ayuda de los GPS para localizar con precisión árboles claves en la producción, así como tractores robots, entre otras herramientas.

Sin embargo, recalcó Espinosa, la mayoría de los campesinos están al margen de estos avances.

En Sinaloa tenemos a varios de los productores más avanzados del mundo, donde se usa la tecnología más desarrollada para producir trigo con tecnología de punta, como drones para detectar si el cultivo ya está maduro, pero es una fracción muy pequeña. Se estima que 24 por ciento cuenta con tecnología de riego y 76 por ciento mantiene la agricultura de temporal, que es tradicional y de subsistencia, apenas les alcanza para subsistir, explicó.

El investigador señaló que no toda la tecnología se puede usar en cualquier terreno o para cualquier cultivo, ya que, por ejemplo, en parcelas pequeñas, el uso de tractores puede ser perjudicial, pero insistió en que los agricultores de tres cuartos de la superficie en México merecen una tecnología acorde a sus condiciones.

Este país tiene una deuda histórica con la agricultura tradicional y de subsistencia, ha destinado la mayoría de sus recursos a la agricultura extensiva. A pesar de que la agricultura es importante, el mundo sigue siendo alimentado por la agricultura en pequeño o familiar, de subsistencia, remarcó.