Sidney

La Iglesia católica australiana se disculpó hoy después de que un informe oficial indicara que a lo largo de varias décadas decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en instituciones religiosas y estatales.

En nombre de los obispos católicos y los líderes religiosos, vuelvo a ofrecer las más sinceras disculpas a los afectados por este sufrimiento, dijo el presidente de la conferencia episcopal, el arzobispo de Melbourne, Denis Hart, quien se refirió a un pasado vergonzoso.

Según las conclusiones de la comisión oficial encargada del informe, cerca de un tercio de los autores de los abusos eran clérigos y siete por ciento de todos los sacerdotes entre 1960 y 2015 abusaron presuntamente de niños.

Hart prometió tomarse los resultados de la comisión muy en serio, pero rechazó las propuestas de relajar el celibato y el secreto de confesión. El castigo para todo sacerdote que rompa el secreto de confesión es la excomunión, señaló.

La comisión había realizado esta propuesta para que los sacerdotes pudieran denunciar casos de abusos sexuales de los que se enteraran en el confesionario. El arzobispo de Sidney, Anthony Fisher, dijo que el informe no descansará en un cajón y que está preparado para atajar los fracasos sistémicos que se esconden tras los abusos.

Fisher confesó estar conmocionado por el comportamiento pecaminoso y criminal de algunos integrantes del clero y dijo sentirse avergonzado por la respuesta de los líderes religiosos. Si queremos ser merecedores de la confianza de las personas, debemos demostrar que los derechos de los niños están a salvo, son escuchados y son siempre respetados, indicó.

En total, la comisión propuso más de 400 modificaciones para que en el futuro no haya víctimas de violencia sexual, entre ellas el nombramiento de un ministro responsable de asuntos de los menores y la creación de una autoridad nacional de protección infantil.

Por su parte, el primer ministro Malcom Turnbull ordenó la conformación de un grupo de trabajo para que estudie la aplicación de las sugerencias, a la vez que calificó el hecho como una tragedia nacional. La comisión fue creada en 2012 por la primera ministra Julia Gillard tras divulgarse una serie de diversos casos de abuso sexual..

El total de víctimas sigue sin conocerse, pero se estima que unas 60 mil personas podrían tener derecho a reclamar una indemnización. Decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en muchas instituciones australianas. La cifra exacta no la conoceremos nunca, destaca el informe.