En el mundo uno de cada tres internautas tiene menos de 18 años. Si bien cada vez son más los que acceden de forma cotidiana a la red, se estima que al menos 346 millones (29 por ciento) de niños y jóvenes en todo el mundo no están conectados, señala el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

En el informe Estado Mundial de la Infancia 2017: niños en un mundo digital destaca que no sólo permanece un porcentaje elevado de jóvenes fuera de Internet, pues 60 por ciento de los menores africanos no están en línea, mientras en Europa sólo 4 por ciento no puede conectarse, también hay una brecha digital de género, pues este año estuvieron contactados 12 por ciento más hombres que mujeres.

El organismo multinacional advierte que el incremento en la conectividad de niños y adolescentes, así como el uso de sofisticada tecnología digital, también los hace más susceptibles de sufrir daños o agresiones en línea. Subraya que los teléfonos inteligentes “están alimentando una ‘cultura del dormitorio’ y para muchos niños el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado”.

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), agrega, están intensificando los riesgos tradicionales de la niñez como la intimidación, pero también, destaca Unicef, fomentan nuevas formas de abuso y explotación como el material con un contenido de abuso sexual infantil hecho a la medida de los usuarios y la transmisión en vivo de actos de abuso sexual infantil.

Subraya que las nuevas tecnologías, como las criptomonedas y la web oscura, están facilitando la transmisión en vivo del abuso sexual infantil y otros contenidos dañinos. Agrega que 92 por ciento de todas las URL (direcciones de páginas web) de abusos sexual infantil identificadas a escala mundial por la Internet Wacht Foundation están alojadas en sólo cinco países: Canadá, Estados Unidos, Rusia, Francia y los Países Bajos.

El informe también alerta sobre los efectos de las TIC en la salud y bienestar de los menores, pues destaca que investigadores han reconocido que el uso excesivo de la tecnología digital puede contribuir a la depresión y la ansiedad infantil.

Por ello, Unicef emitió seis acciones prioritarias para usar la digitalización en favor de la infancia. Entre ellas destaca la necesidad de proporcionar a todos los niños un acceso asequible a recursos en línea de alta calidad, pero también el protegerlos del abuso, explotación, trata, acoso cibernético y exposición a materiales inadecuados.

Se debe garantizar la privacidad e identidad de los niños en línea; impartir alfabetización digital para mantenerlos informados, comprometidos y seguros en línea; aprovechar el poder del sector privado para promover normas y prácticas éticas que protejan a los menores en línea, y ponerlos en el centro de la política digital.