Miércoles 13 de diciembre de 2017, p. 30
Mexicali, BC. Además de la instalación de un muro de policarbonato en la sala de sesiones Benito Juárez, que divide el área del público de las 25 curules y el presídium del Congreso local, también se colocarán detectores de metales y sensores; asimismo, habrá revisiones en los accesos al inmueble, ubicado en la Plaza de los Tres Poderes. Hace tres meses se decidió cerrar la puerta principal por las manifestaciones de repudio a la privatización del agua, las cuales se intensificaron este año, y se instalaron filtros en la parte trasera del recinto, en el estacionamiento –controlado por policías antimotines–, y en la entrada posterior, donde los guardias tienen una lista de personas a las que deben impedir el paso. En el pasillo del salón de plenos hay un grupo de policías estatales y en las sesiones hay agentes ministeriales en las butacas. Este año, activistas y ciudadanos inconformes con diversos proyectos como la Ley del Agua y la instalación de dos plantas desaladoras ocuparon las instalaciones del Congreso en varias ocasiones y lanzaron insultos, monedas y botellas a los diputados. El legislador priísta Benjamín Gómez informó que se realizó un diagnóstico sobre seguridad de la sede del Legislativo y se detectaron deficiencias de construcción y vigilancia.