El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, acompañó a miembros de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (Ican, por sus siglas en inglés) a recibir el Premio Nobel de la Paz, en Oslo, Noruega.

La cancillería informó que la participación del funcionario mexicano en esta ceremonia es un reconocimiento al liderazgo que la diplomacia de nuestro país desplegó desde 2012 para llamar a la comunidad internacional sobre el impacto humanitario de las armas nucleares.

La dependencia sostuvo que el premio se otorgó a la Ican por el impulso que esta coalición de organizaciones no gubernamentales dio al proceso para la adopción en 2017 del Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares.

También explicó que la participación de México en esta lucha es porque junto con 15 países ha emprendido acciones para que la comunidad internacional tome conciencia del impacto de las armas nucleares en la humanidad y la necesidad de intensificar los esfuerzos para prescribirlas.

Después de cinco años de negociaciones y gracias a la incesante campaña que desde la sociedad civil realizó Ican, se adoptó el Tratado en el contexto de la ONU; y el equipo negociador mexicano estuvo encabezado por el embajador Jorge Lomónaco, quien también acompañó al canciller en la ceremonia de entrega del premio, puntualizó la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Hizo ver que hasta la adopción de este tratado, las armas nucleares eran las únicas de destrucción masiva que no estaban prohibidas mediante un documento jurídicamente vinculante.

En Oslo, el canciller Videgaray se reunió con los alcaldes de Hiroshima y Nagasaki, quienes destacaron el papel de México como promotor del Tratado de Tlatelolco y el establecimiento de América Latina y el Caribe como la primera zona densamente poblada libre de armas nucleares en el mundo, lo que le valió en 1982 el Premio Nobel de la Paz al mexicano Alfonso García Robles.

También se reunió con la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, y con la alcaldesa de Oslo, Marianne Borgen.