Gozamos de libertad porque la gente en el poder desprecia las voces críticas
, señalan
les vale madres lo que hacemos: caricaturistas
Antonio Helguera y José Hernández dan charla Mentadas, moneros y Meade en la Alameda Central
Lunes 11 de diciembre de 2017, p. 7
Contrario a lo que se piensa, los caricaturistas políticos pueden hacer hoy día su trabajo en México con toda libertad, sostuvieron ayer los moneros Antonio Helguera y José Hernández durante el tercer día de actividades de la Feria del Libro de la Alameda Central.
Uno pensaría que, dado lo que hacemos, estaríamos sujetos a un tipo de intimidación del gobierno, los partidos Revolucionario Institucional o Acción Nacional o el Ejército, pero no; creo que les vale un poquito madres lo que hacemos
, aclaró Helguera.
No hemos tenido amenazas de ese tipo porque la gente en el poder desprecia lo que hacemos; están muy confiados en el poder que tienen los medios electrónicos y desprecian las voces críticas
, explicó por su parte Hernández.
Colaboradores de La Jornada, ambos caricaturistas protagonizaron la charla pública Mentadas, moneros y Meade, realizada en el contexto de ese encuentro editorial, organizado por la Brigada para la Leer en Libertad y cuyas actividades continuarán hasta el 17 de diciembre.
Reconocido hace unos días en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con el premio Homenaje de Caricatura La Catrina, Helguera recordó que en sus 34 años de trayectoria sólo en una ocasión ha sido amenazado, aunque aclaró que no fue ninguna de las instituciones mencionadas y que, a la postre, no procedió.
Contó que fue Jesús Ortega quien amagó con demandarlo durante el sexenio anterior por un cartón que a su parecer lo difamaba, el cual fue publicado en el contexto del fallo que el Tribunal Federal Electoral hizo en favor de ese político para que ocupara la presidencia del Partido de la Revolución Democrática.
Se trataba de una caricatura un poco manchada
, recordó el autor, que mostraba al político con los pantalones abajo, empinadito
, y atrás al entonces presidente Felipe Calderón señalando con su dedo índice una de las nalgas de aquel personaje al tiempo de que decía que esa era la izquierda que le gustaba. Fuera de eso, no ha habido más intimidación de nadie
, destacó.
Hernández consideró que el poder político de México tiene razón en confiar en los medios electrónicos, porque la televisión en el país, en específico Televisa, está perfectamente controlada y 80 por ciento de la población se informa a través de ella.
Aunque por fortuna ahora hay otros medios libres, algunos en Internet, si bien las televisoras buscan también la manera de apropiárselos
, agregó.
Lo que tenemos que hacer es buscar los medios que son totalmente críticos e independientes para informarnos y para que cada vez sea más grande el porcentaje de gente que está informada, y que esa confianza que tiene el grupo en el poder se rompa
.
Varios fueron los temas tocados durante la hora y media que duró la charla de los caricaturistas, la cual fue vista, in situ, por cerca de 200 personas y por más de 5 mil 600 más a través de la transmisión en directo en la página de Internet de la Brigada para Leer en Libertad.
Entre otros temas, chacotearon con el actual contexto prelectoral en México y cada uno de ellos, en tono irónico, dio a conocer a su gallo
.
Helguera se inclinó por Margarita Zavala, para que regresen al poder, argumentó, los creadores de la guerra contra el crimen: Los Calderón; mientras que Hernández lo hizo por Ricardo Anaya, por considerar que es una versión moderna de Felipe Calderón.
Además, los moneros realizaron un homenaje espontáneo a Eduardo del Río Rius, fallecido el pasado 8 de agosto, a quien describieron como el caricaturista más importante en la historia de México
Es el único que ha trascendido la caricatura y el periodismo y ha logrado influir en la vida cotidiana de muchos de nosotros, en los hábitos de la sociedad, en los hábitos de todos los mexicanos
, destacó Hernández.
¿Quién no se volvió ateo, vegetariano o dejó de tomar Coca Cola por él? No hay ningún caricaturista en la historia mexicana que haya hecho lo que él. Lo extrañamos mucho y desde aquí le decimos: gracias.