Con las nuevas atribuciones que se asignaron a la Agencia de Investigación Criminal (AIC), además de desarrollar y operar un sistema de inteligencia integral, este órgano de la Procuraduría General de la República (PGR) definirá sus propios objetivos y realizará las detenciones que determine.

Desde su creación en septiembre de 2013, en la administración de Jesús Murillo Karam, la AIC se ha convertido en una estructura policial, operativa y de inteligencia que ha ido modificando la relación de subordinación que existía entre el Ministerio Público de la Federación y su policía; ahora, los mandos de la AIC pueden generar y dirigir sus indagatorias con la colaboración de los fiscales, señalaron funcionarios que participan en el gabinete de Seguridad Nacional.

Bajo el mando de Tomás Zerón de Lucio, la AIC comenzó operaciones y de inmediato asumió el control de las áreas como la Coordinación General de Servicios Periciales y el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), que dependían directamente del titular de la PGR, contaban con presupuesto y planes de desarrollo que luego se ajustaron.

Para que la transformación de la AIC continúe, se ha señalado que en esta administración federal no existe una coordinación eficaz entre las áreas de la PGR, y los funcionarios entrevistados señalaron que por esa razón los resultados se diluyen generando productos insuficientes para soportar la actuación de la representación social ante los órganos jurisdiccionales.

Omar Hamid García Harfuch, el actual jefe de la AIC, ingresó a la Policía Federal en septiembre de 2008 como jefe de Departamento en la Coordinación de Inteligencia, luego de graduarse como abogado. En la corporación se desempeñó de 2012 a 2014 como coordinador de la Policía Federal en Guerrero.

En noviembre de 2016, tras la renuncia de Zerón de Lucio, García Harfuch se ha encargado de dirigir —presuntamente bajo la dirección del Ministerio Público— las investigaciones relacionadas con la búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero sin concluir ninguna de las líneas pendientes, entre ellas la participación de policías federales en lo sucedido cuando él era el mando de la corporación en Guerrero.

García Harfuch —nieto de Javier García Paniagua, quien fuera titular de la extinta Dirección Federal de Seguridad— está autorizado para adquirir, implementar y desarrollar tecnologías de información y comunicaciones que requieran los procesos de inteligencia e investigación.