Después de casi siete horas de negociación de la cúpula partidista, el Consejo Nacional Electivo del PRD designó por unanimidad a Manuel Granados Covarrubias, ex consejero jurídico del Gobierno de la Ciudad de México, como presidente nacional, y a Ángel Ávila, de Nueva Izquierda, secretario general.

La designación de Granados Covarrubias –que durará en su encargo un año– fue considerada por algunos consejeros como señal de que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, cerró cualquier posibilidad de que Alejandra Barrales controle el proceso interno del partido para obtener la candidatura de la coalición Por México al Frente para sucederlo en el cargo.

Resaltaron que Salomón Chertorivski, quien ayer renunció a la Secretaría de Desarrollo Económico de la capital del país y posteriormente se encontró con Cuauhtémoc Cárdenas, podría ser el abanderado.

También dimitió a la Secretaría de Salud local Armando Ahued para buscar la misma postulación, aunque militantes perredistas lo ven más como candidato a una jefatura delegacional. Ambos se registraron este sábado como aspirantes.

Barrales lo hará este domingo, una vez que cumplió con el mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tras violar los estatutos del PRD al ostentar además de ese cargo el de senadora.

En corrillos de la Expo Reforma, donde se llevó a cabo el consejo, con un retraso de más de ocho horas, perredistas comentaban que la intervención de Mancera para que se nombrara a Granados Covarrubias en la presidencia partidista respondió a que la anterior dirigencia no pugnó por que la definición del candidato presidencial de la coalición con el PAN y Movimiento Ciudadano (MC) se diera mediante un método democrático y abierto, en el que pudiera participar el jefe de Gobierno.

Por el contrario, se dijo, se le otorgó al blanquiazul la definición, además de que ese partido llevará la mayoría de los distritos electorales y fórmulas al Senado.

Durante su discurso, Manuel Granados convocó a crear un frente único del PRD, que nos reconcilie en cada municipio, en cada distrito, en cada delegación; que nadie quede fuera, que nadie quede excluido.

Agradeció a Mancera privilegiar los acuerdos por encima de sus aspiraciones personales. Propuso el cuarto polo y ha sobrepuesto el futuro de México por encima del interés personal. Lo calificó como un hombre congruente con su palabra, que honra la democracia.

Barrales reiteró, en su oportunidad, su agradecimiento a Mancera. Sin su apoyo no hubiera sido posible salir adelante en muchos de los retos que hoy hemos alcanzado, y después mencionó que buscará la candidatura a la jefatura de Gobierno, convencida de que, de la mano de los partidos aliados, podrán retener la Ciudad de México.

En su discurso, recordó que como presidenta del PRD puso un alto a los que “jugaban con doble camiseta, en referencia a las expulsiones de quienes se pronunciaron por Morena y su dirigente, Andrés Manuel López Obrador, para 2018.

Destacó que optó por ir a la construcción del Frente Ciudadano por México con el PAN y MC sin ir a la cola de nadie, e igualmente mencionó que sin traicionar los principios del partido, a pesar de que en la plataforma electoral de la alianza aceptó hacer a un lado banderas históricas del PRD, como aborto y matrimonio entre personas del mismo sexo.

A lo largo del sábado, los dirigentes de las corrientes del sol azteca estuvieron negociando la integración del Comité Ejecutivo Nacional en un hotel de Reforma.

La definición se dio después de siete horas de negociación, en las que no estuvo Alejandra Barrales, y tras un jaloneo por las carteras del Comité Ejecutivo Nacional en la que varios repiten en los cargos.

Camerino Eleazar Márquez deja la Secretaría de Organización para regresar al Instituto Nacional Electoral como representante del partido, en sustitución de Royfid Torres, a quien Barrales pretendía dejar como su sustituto.