Buenos Aires.

La ex mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner recibió este sábado la visita de la ex presidenta de Brasil Dilma Rouseff, quien manifestó su rechazo a la persecución política que ha sufrido la actual senadora argentina de la misma forma en que lo padeció el ex gobernante ecuatoriano Rafael Correa, entre otras personalidades del mundo.

Esto sucede en el contexto de una campaña no sólo nacional, sino internacional, que convalida las denuncias de una persecución política en Argentina usando la justicia ante lo actuado por el polémico juez Claudio Bonadío y por todos los casos de quienes han sido encarcelados sin juicio y en una causa insólita de traición a la patria, que no está demostrada en ninguna parte del expediente judicial, en el cual se pide además el desafuero de la Senadora y ex presidenta para encarcelarla.

Rousseff trajo un mensaje del Partido de los Trabajadores, en el cual la formación política brasileña se solidariza con la ex presidenta Fernández y sus compañeros, ante la violencia judicial de que fueron víctimas. El PT considera que el pedido de desafuero es un atentado a la democracia y una violación del estado de derecho, que tantas vidas costó al pueblo argentino para ser reconstruido. Advierte que en Argentina, Brasil y otros países de América Latina se repite el proceso de persecución autoritaria contra las fuerzas progresistas y sus liderazgos, por medio de la guerra judicial y mediática. Se sabe que los abogados de la mandataria recurrirán a la justicia internacional, según se informó en estas horas.