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Videos y testimonios demuestran que se dio a los medios una versión falsa del operativo

Autoridades inventaron delincuentes para justificar masacre en La Nopalera
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 10 de diciembre de 2017, p. 28

Cuernavaca, Mor.

Doce horas después de la masacre de cuatro mujeres, un bebé y un niño de 13 años de edad durante un supuesto operativo en un domicilio del municipio de Temixco, el pasado 30 de noviembre, el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) Alberto Capella Ibarra dijo que antes de la irrupción policiaca en la vivienda, los agentes habían capturado a un presunto jefe del cártel Jalisco Nueva Generación a quien identificó como José Manuel N, hijo de un sujeto apodado Crispín.

Capella Ibarra dijo que a José Manuel N lo habían detenido en una camioneta Mazda antes de que a los policías les avisaran de forma anónima de la existencia de una casa de seguridad, en donde resultaron asesinadas seis personas y siete fueron detenidas, cinco de la familia masacrada y dos presuntos narcos.

Tres días después del supuesto operativo, se comprobó que el presunto hijo del jefe criminal apodado Crispín en realidad se llama José Manuel Gaspar y es hijo de Crispín Gaspar, ambos de la colonia Lázaro Cárdenas del municipio de Cuernavaca, colindante con Temixco.

La defensa de José Manuel Gaspar demostró ante la juez en la audiencia de control de detención, el pasado 2 de diciembre, que José Manuel Gaspar no fue detenido en una camioneta ni con armas ni drogas, como afirmó Capella, sino que fue sacado a punta de pistola de su vivienda.

A José Manuel y a otro hombre llamado Juan Antonio N, los policías los sacaron de sus casas en la colonia Lázaro Cárdenas, la madrugada del 30 de noviembre. Además, las camionetas propiedad de los detenidos se las llevaron los policías del mando único.

La defensa de los dos acusados de delitos contra la salud demostraron con videos de sus vecinos que fueron sacados a la fuerza antes de la irrupción violenta en el domicilio de la calle Francisco I. Madero del poblado la Nopalera, en Temixco.

El 3 de diciembre, el dirigente de la colonia Lázaro Cárdenas, Juan David Aparicio Sotel, junto con José Manuel Gaspar, detenido el 30 de noviembre y liberado el 2 de diciembre, aseguraron que él y su padre Crispín eran ampliamente conocidos y negaron pertenecer a un grupo criminal, como aseguró Capella.

Le queremos decir al gobierno que no estamos en contra de que se detenga a delincuentes, que paguen, (pero) estamos en contra de que los inventen, manifestó Aparicio Sotelo.

La captura de presuntos delincuentes, expresaron, sirvió para justificar la masacre de La Nopalera, como ahora se le conoce a la irrupción policiaca que dejó seis personas muertas, y para que el gobierno de Morelos y su comisionado de seguridad Alberto Capella inventaran capos.

Estamos conscientes de las tonterías que hizo el gobierno y por querer tapar las muertes de niños y mujeres quieren inventar un capo que no existe; entonces que Capella y Graco se hagan cargo de sus muertos; pero que no vengan a inventar capos aquí, reiteró José Manuel Gaspar en la conferencia que dieron en la casa ejidal de la colonia Lázaro Cárdenas.

En su informe del 30 de noviembre Capella Ibarra también mencionó a un José Alberto N, apodado El señor de la V y supuesto integrante de la célula criminal cártel del Sur. Una semana después, el mentado señor de la V fue identificado como José Valdez Chapa y no como José Alberto, como dijo Capella.

José Valdez Chapa –afirmaron su hijo Carlos Alberto, de 17 años de edad, y sus abogados– se ha dedicado a la venta de automóviles usados, y no saben por qué le atribuyen que sea integrante de un cártel de Guerrero que opera en Morelos, como ha señalado el titular de la CES ante medios nacionales.