Debido a la falta de un proceso de selección democrático del candidato a la Presidencia de la República en la coalición Por México al Frente, el mandatario capitalino Miguel Ángel Mancera Espinosa decidió seguir encabezando los trabajos de reconstrucción de la capital del país.

Aclaró que por lealtad respeta la decisión del Partido de la Revolución Democrática (PRD); sin embargo, lamentó profundamente que no se haya dado un método o un procedimiento para competir, abierta y de manera democrática; pues, como lo dije, me mantuve listo y atento al llamado precisamente para eso, para competir.

Ante ello, anunció: Permanezco como primer responsable del restablecimiento de mi ciudad, a la que me debo, me quedo a cumplir con la consolidación de una capital que seguirá dando muestras de cómo se recupera de sus heridas día a día, de cómo paso a paso devolvemos la fe y la esperanza a nuestra gente.

Mancera Espinosa puntualizó que la única razón por la que dejaría de ser jefe de Gobierno sería por un llamado a servir a la nación, a mi país.

Minutos después de las 9:30 horas de ayer, el mandatario capitalino llegó al salón Murales del Antiguo Palacio del Ayuntamiento acompañado por Cuauhtémoc Cárdenas para hacer un pronunciamiento sobre los acuerdos alcanzados por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC), integrantes de la coalición Por México al Frente.

Refirió que el viernes en la noche, el PRD le informó que no habría una contienda interna ni método alguno para designar a los candidatos de esta coalición y que sería con base al peso político y representación de los partidos como se definirían, por lo que se dejó al blanquiazul la nominación a la Presidencia y al sol azteca la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Reconoció que no sólo lo invitaron a integrarse al equipo de campaña, sino también a analizar la posibilidad de participar de manera activa en alguna de las posiciones que se abrirán en el frente, algo que agradeció; empero, reiteró: Mi lugar está encabezando las tareas de reconstrucción de mi querida ciudad, sirviéndole a mi gente.

Mancera reiteró que sólo un cambio de modelo logrará romper las sinergias con las que siempre se ha gobernado en un anquilosado régimen presidencial.

Recordó que participó, impulsó y defendió siempre la conformación de lo que él y Dante Delgado, presidente de Movimiento Ciudadano, llamaron el cuarto polo, pensado de manera original para PRD, PT y MC; sin embargo, el Partido del Trabajo por propia voluntad salió y Acción Nacional pidió sumarse.

Se puede hacer por México y así surgió la posibilidad de conformar lo que hoy se conoce como el frente, mismo que tendrá la obligación de consolidar el cambio de régimen al conformar un gobierno de coalición, incluir en sus representantes a ciudadanos que coadyuven en la conducción de las tareas de gobierno y legislativas, así como realizar un verdadero cambio de responsabilidades compartidas, pero específicas con todas las fuerzas políticas que lo conforman, argumentó.

Acotó que está convencido de que ésta es una opción política distinta y siempre será un defensor del frente y su consolidación.

Sin responder preguntas, se despidió y salió del salón para dirigirse a su oficina, donde se encontraban los secretarios de Salud, Armando Ahued; de Desa- rrollo Económico, Salomón Chertorivski, y de Obras, Édgar Tungüí; el titular de la Agencia de Gestión Urbana, Jaime Slomianski, así como Héctor Serrano, líder de Vanguardia Progresista. Después llegaron Alejandra Barrales y Silvano Aureoles.

El plan inicial era presentar el reporte diario de acciones realizadas por su administración con motivo del sismo, como lo hace desde el 19 de septiembre. En menos de una hora y luego de hacer una valoración decidió sólo dar el mensaje.

Un día antes, el titular del ejecutivo de la Ciudad de México, junto a sus colaboradores más cercanos había seguido desde su oficina la transmisión por televisión de la solicitud de registro de la nueva coalición ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

Minutos antes de las 22 horas abandonó el ayuntamiento su secretario particular, Luis Serna, y luego lo hizo Mancera Espinosa. En la esquina de 20 de Noviembre y Plaza de la Constitución se escuchaba la música de la pista de hielo y las risas de quienes estaban ahí, ajenas a lo que sucedía en el INE.