Damaris Aguirre apretaba fuertemente con sus manos la medalla que tanto soñaba y que ayer por fin llegó después de nueve años, en un acto de justicia deportiva, señaló Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM) de la ex pesis- ta que recibió el bronce de Pekín 2008, tras las descalificaciones por dopaje de las tres competidoras que subieron al podio.

La larga espera terminó y Damaris derramó lágrimas de felicidad, porque es mi momento, el presente, de lo que no pudo disfrutar el 16 de agosto de 2008, en la categoría mayor de los 75 kilogramos.

Años de esfuerzo, de ganar y perder, de muchos obstáculos y el nulo apoyo de su federación que se convirtió en un retiro doloroso en el que ser deportista de alto rendimiento tienes que pasar por todo eso, decía sin amargura la ex levantadora de pesas.

Acompañada de su familia y del grupo multidisciplinario con el que trabajó, la chihuahuense de 40 años de edad, próxima a tener a su segunda hija, recibió la presea de bronce que le entregó Olegario Vázquez Raña, miembro honorario del Comité Olímpico Internacional en la plaza de banderas de la instalación deportiva para luego dirigirse al muro de los medallistas y develar el lugar en el que aparece su nombre con letras doradas.

Para mí es un día especial, porque me robaron ese momento (cuando compitió y terminó en sexto lugar). Estoy agradecida con la vida por todo lo que me ha dado, dijo Damaris.

La espera terminó y Damaris Aguirre acudió con su hija a recibir la medalla que tanto soñóFoto Rosalía A. Villanueva

Espera otros reconocimientos

Aguirre adelantó que su presea tendrá su recompensa como lo tienen los medallistas olímpicos con la beca vitalicia y espera que el gobierno de su entidad también se lo reconozca.

Damaris es la segunda medallista en pesas después de la campeona Soraya Jiménez en Sydney 2000, y representó la presea número 68 en la historia deportiva. La tercera será Luz Mercedes Acosta, quien también recibirá el bronce por la justa de Londres 2012, donde terminó sexta en la división de 63 kilogramos, pero las tres ganadoras también salieron dopadas.

La ceremonia de imposición fue el acto que cerró la asamblea ordinaria del Comité Olímpi- co Mexicano en la que sus representados aprobaron la creación de un programa de emergen- cia de recursos para la subsis-tencia del organismo y la preparación de los seleccionados a los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018 ante la reducción económica del gobierno federal.

También se dieron algunos avances de los festejos que se harán el próximo año con el aniversario 50 de los Juegos Olímpicos en México, en lo deportivo y cultural.