Las familias mexicanas destinan 44% de ingresos a su atención, advierte el BM
La universalización de servicios inicia por mejorar la cobertura entre quienes menos tienen, dice
Jueves 7 de diciembre de 2017, p. 37
Washington.
Tener diferentes instituciones prestadoras de servicios médicos significa que no hay un buen sistema nacional de salud y en cuanto a innovación en medicinas y tecnología disponer de lo más innovador tampoco es garantía de mejoría respecto de lo que ha estado disponible con anterioridad, afirmaron expertos del Banco Mundial (BM).
Eso significa que los países tienen que hacer frente a múltiples retos para garantizar la protección de la salud de sus poblaciones, además de resolver el problema del financiamiento, señaló Marcelo Bortman, especialista líder en salud del organismo financiero internacional.
Al hacer una revisión de las condiciones de los sistemas sanitarios en América Latina, resaltó el elevado gasto que realizan las familias de sus ingresos para atender sus enfermedades. Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se ubica en 19 por ciento en promedio, en México es de 44 por ciento.
Resaltó que cuando este indicador supera 25 por ciento de los ingresos, se incrementa el riesgo de convertirse en gasto catastrófico, es decir, que implica el empobrecimiento de las familias. Hasta ahora solo países como México, Chile, Uruguay y más recientemente Perú cuentan con esquemas para contener esta situación.
México cuenta con el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que cubre a los afiliados del Seguro Popular en la atención de enfermedades de alto costo, como cáncer infantil, VIH/sida, el infarto en personas menores de 60 años de edad, cáncer en la mujer (cérvico uterino, mama y ovario), de próstata y testículos en los hombres, así como hepatitis C, entre otros.
No obstante, de acuerdo con Bortman, quien participó en una de las sesiones del Seminario de Salud que organizan la Universidad de Georgetown y el laboratorio farmacéutico Sanofi, todavía existen serios desafíos en México y en el resto de países latinoamericanos.
Uno de ellos es la calidad, que en lugares de ingresos económicos elevados, se garantiza mediante esquemas y guías rigurosos, con los que se asegura que el servicio a los pacientes no depende de la suerte ni del médico que atiende
, indicó.
El experto admitió que la comparación entre países desarrollados y los de menores ingresos es injusta
. Aquellos tienen otras posibilidades, sentenció.
Respecto a la universalización de los sistemas de salud, comentó que empieza por mejorar la cobertura para los que menos tienen, lo cual pasa por terminar con la fragmentación de los servicios.
Daniel Cotlear, economista líder para América Latina del Banco Mundial, comentó sobre el envejecimiento poblacional, otro de los desafíos para la región, el cual avanza de manera acelerada y todavía no existen las previsiones necesarias, empezando por las medidas para que las personas lleguen a esta etapa con las mejores condiciones de salud posibles.
Señaló que debido a afecciones como obesidad, diabetes e hipertensión, hay un riesgo elevado de muerte prematura y de que los individuos vivan con una deficiente calidad de vida a causa de las complicaciones de estos males.