na investigación de la Organización Nacional Anticorrupción (Onea) dio a conocer que el gobernador panista Miguel Ángel Yunes entregó a operadores electorales afines a la familia del alcalde saliente de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, la estructura del programa estatal de asistencia social Veracruz Comienza Contigo, con el propósito de apuntalar la candidatura de su hijo a la gubernatura.

Primero despidió de la Secretaría de Desarrolo Social estatal a trabajadores a los que tildó de duartistas, y contrató a 2 mil 419 supervisores, término que identifica a quienes se encargarán de mapachear la elección del año entrante. Entre los supervisores se encuentran Julio César Mancha, primo del dirigente estatal del Partido Acción Nacional; Karla Angélica Delgadillo, lideresa juvenil del blanquiazul en Boca del Río, además de ex dirigentes municipales, ex aspirantes a diputados y representantes partidistas ante órganos electorales.

Como ya es habitual en el gobernante para responder a quienes lo cuestionan, durante su comparecencia ante diputados locales, la semana anterior, y a pregunta expresa de Daniela Griego, diputada de Morena, el gobernador no desmintió la investigación periodística, sino que descalificó a la legisladora, a periodistas y empresarios por igual, y los acusó de pedirle dinero.

La embestida de Yunes Linares al verse descubierta su red electoral fue en este caso contra el empresario veracruzano Carlos Gidi Blanquet, director general de GB Plus, sociedad financiera de objeto múltiple no regulada, a quien acusó de exigirle 300 millones de pesos, de hacer negocios con Duarte de Ochoa, intentando descalificar la información que reveló la Onea mediante una solicitud al órgano de transparencia.

Carlos Gidi calificó de imprudentes y falsas las acusaciones del gobernador y aclaró que si bien fue el fundador de la Onea, ésta no tiene dueño y posee una agenda propia que se ha distinguido por el combate a la corrupción, la transparencia y la denuncia de malos gobiernos y gobernantes, al tiempo que aclaró que nunca ha pedido dinero al gobierno.

Si vivir en Veracruz significa una constante zozobra, ser empresario veracruzano es un viacrucis, y ni se diga si además eres activista. Nosotros no suplicamos ni hacemos concesiones y, desde luego, no permitimos que mientan sobre nuestra integridad y la de Onea, concluyó.