Puerto Vallarta, Jal.

La migración de niños centroamericanos por México disminuyó de manera sensible, al pasar de 40 mil 500 en 2015 a 5 mil de enero a junio del presente año, afirmó Dora Giusti, jefa de Protección del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México.

Lamentó el retiro de Estados Unidos de los trabajos de la reunión preparatoria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para sentar las bases del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Sin embargo, confió en que pueda vincularse otra vez, pues, dijo, las negociaciones son largas.

Refirió que en 2015 se detectaron en territorio mexicano 40 mil 500 niños centroamericanos, de los cuales 18 mil 500 viajaban sin compañía este año ha bajado un poco (la cifra), tenemos hasta mitad del año 5 mil menores no acompañados, pero todavía es un número importante.

En entrevista ofrecida antes de integrarse a las mesas de trabajo que buscan concretar un pacto mundial en la materia, Giusti explicó que los niños mexicanos tampoco han escapado a esta problemática, pues en 2016, 12 mil fueron repatriados, 9 mil de ellos no acompañados.

Consideró que en el país las procuradurías de protección de niñas, niños y adolescentes vinculadas al DIF cuentan con equipos multidisciplinarios que evalúan cada uno de las situaciones de los menores, pero su capacidad tiene que ser potenciada, fortalecida.

Lo mismo debe ocurrir, dijo la jefa de Protección de Unicef México, con los hogares que pueden dar acogimiento a estos niños con trayectoria muy compleja, entre ellos albergues privados y del DIF”.

Señaló que tanto la Federación como estados y municipios aplican estas políticas de manera gradual y algunos han avanzado más que otros. Estamos en buen camino, pero el camino es largo todavía, advirtió.

Dora Giusti estimó que la disminución del número de migrantes centroamericanos puede deberse al endurecimiento de la política migratoria del gobierno estadunidense, a cargo de Donald Trump, por lo que muchos indocumentados tuvieron más cuidado en enviar a sus hijos al vecino país.

En tanto, Berenice Valdez, del Instituto para las Mujeres en la Migración, que forma parte del Bloque Latinoamericano, dijo que la sociedad civil ha estado ausente o con mínimas participaciones en los trabajos de la reunión preparatoria de la ONU, en la que se busca sentar las bases del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.

La participación de la sociedad civil es muy limitada y la poca participación que pueda haber no hay un espacio para que haya un diálogo real, o una retroalimentación entre gobierno y sociedad civil, insistió.

Reconoció que hasta la tarde de ayer –los trabajos concluyen este miércoles– no está definido cuáles son los acuerdos y cuál es la orientación; ni siquiera han definido que entienden los gobiernos por una migración ordenada, regular y segura, que es lo que más nos preocupa a nosotros.

No queremos que este sea un pacto para que haya un poco menos de violaciones a los derechos humanos, es decir, una forma menos agresiva en la que deportan a la gente, lo que se busca es que cambie la visión de detención.