Mikel, clon de Meade para CDMX
PRI insiste en apartidismo
Sheinbaum, (ya) con viento a favor
Mancera, ¿senador de lista?
ikel Andoni Arriola Peñalosa escenificó ayer un extraño autodestape al anunciar, durante una entrevista televisiva, que aspira a ser el próximo candidato del PRI a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México. Su nombre no es conocido popularmente y en términos políticos su solitario punto de referencia es que forma parte del equipo cercano a José Antonio Meade Kuribreña, el precandidato único del tricolor a presidir la República, bajo cuyo cobijo ha ocupado varios cargos públicos y en cuya estrategia electoral se apunta, tratando de repetir el esquema pepetoñista del no priísta que trabaja en gobiernos priístas: Arriola no tiene partido y, con ese perfil ciudadano
, el PRI-Los Pinos pretende simular una ciudadanización desde las alturas de la burocracia partidizada.
La autopostulación de quien actualmente es director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) podría convertirse en el fenómeno político de las décadas recientes si hubiera masas votantes que le reconocieran cuando menos una vigésima parte de los enormes logros que ha proclamado desde ese IMSS, con una audacia muy apreciada en el mundo de fantasía mejor conocido como Peñalandia. Por el contrario, resultaría ampliamente repudiable si esas masas consideraran que el Seguro Social ha ido en sostenido declive, a contracorriente de la propaganda optimista (rayando en lo insultante) que ha derrochado el ahora aspirante a suceder a Miguel Ángel Mancera.
La insólita intención de un tecnócrata sin mayores bases sociales (en todo caso, el público aficionado al jai alai, deporte del que ha sido campeón nacional) de competir en un terreno tan competido como es Ciudad de México, muestra la disociación de la realidad que se vive en las alturas políticas pinoleras, donde creen que el uso del poder institucional les permite jugar
a la política, postulando a un personaje como Arriola si es que el secretario de Salud, José Narro, ex rector de la UNAM, sigue indispuesto para asumir esa postulación priísta tan predestinada al fracaso. Otro de los inicialmente mencionados para abanderar al PRI en la capital del país, Aurelio Nuño, se alista, según se menciona en los pasillos de la Secretaría de Educación Pública, para coordinar la campaña de Meade. Así que, si no hay otro arriesgado, el PRI enviará a la cancha a Arriola, el habilidoso jugador de pelota vasca.
En el flanco moreno la navegación avanza conforme al pronóstico original. Claudia Sheinbaum ha dejado la jefatura delegacional de Tlalpan e inicia el camino rumbo al edificio de gobierno ubicado en un costado de la Plaza de la Constitución, luego de un largo paréntesis motivado por la oposición de Ricardo Monreal a los resultados de una opaca encuesta interna y, luego, por el sismo del pasado 19 de septiembre, que provocó daños y muertes en la demarcación de Tlalpan que requirieron de precisiones e investigaciones de índole administrativa (todo lo cual forma parte del expediente negativo que los opositores a Morena podrían desplegar más adelante).
Todo apunta a que Sheinbaum será la ganadora de la contienda chilanga, pues hay un ánimo social capitalino de amplio rechazo al PRI, y el Frente Ciudadano por México, que aglutina a PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, parece obligado a ceder a Alejandra Barrales la postulación en Ciudad de México, a cambio de que el sol azteca apoye a Ricardo Anaya como aspirante presidencial (en esta obsesión de la dupla Mancera-Barrales por tener la candidatura para ésta, se cerró el paso a la posibilidad de que Ricardo Monreal fuera un aspirante con mejores niveles competitivos). Morena, con Sheinbaum por delante, tendrá una gran posibilidad de quedarse no sólo con la jefatura capitalina, sino con más posiciones de las que en su mejor momento llegó a tener el PRD con Andrés Manuel López Obrador aún en sus filas.
El mencionado Frente Ciudadano por México sigue en la batalla interna por el reparto del pastel soñado. Ayer, el dueño de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, quien se ha afianzado como una especie de bisagra decisoria entre PAN y PRD, hizo una propuesta que avivó el fuego.
Dado que no se ponen de acuerdo los partidos mayoritarios de ese frente (PAN y PRD, el primero con la mayor fuerza electoral) respecto de quién será el candidato presidencial (es decir, el método para designarlo), Delgado propuso que Acción Nacional decida la postulación a Los Pinos (que, obviamente, sería para Ricardo Anaya), Miguel Ángel Mancera encabece la lista de quienes busquen llegar al Senado y la carta para Ciudad de México sea del PRD (seguramente, Barrales). Si en el frente no aceleran su proceso de designaciones, Dante Delgado podría tomar otra ruta de alianzas.
En el deporte de temporada que es el regateo electoral y el encarecimiento de las opciones de acuerdo, los perredistas pretenden que haya un trato igual para los desiguales: piden elección democrática del abanderado presidencial, cuando las estadísticas electorales del partido conservador (con todo y la salida de la desfalleciente Margarita) son marcadamente mejores que las del eclipsado sol azteca. Aún así, el pragmatismo avanza y en el citado frente consideran posible que esta semana se pueda registrar dicho ente tripartita como opción electoral en forma.
Al (todavía) líder de las cuchareables encuestas de opinión, López Obrador, le han sobrado críticas por sus declaraciones exploratorias de una amnistía para miembros del crimen organizado y sus jefes. La pifia táctica del tabasqueño, al poner innecesariamente sobre la mesa de discusión ese tema de manejo tan delicado, ha sido aprovechada y magnificada por un concierto mediático de batuta adivinable. La guerra de descalificación y contraste
se ha agudizado a partir del destape de José Antonio Meade, para tratar de desmontar al virtual candidato presidencial de su condición puntera. Peores cosas vendrán.
Y, mientras continúan la oposición y las protestas contra la Ley de Seguridad Interior, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx