Madrid.

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ordenó este lunes mantener en prisión al ex vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras; al ex consejero del Interior, Joaquim Forn, y a los dirigentes civiles del movimiento separatista catalán Jordi Sànchez y Jordi Cruixart.

También decretó la libertad bajo fianza de 100 mil euros cada uno (2 millones 400 mil pesos mexicanos) para seis ex consejeros del gobierno catalán que fueron encarcelados el pasado 2 de noviembre por orden de la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela.

Con el argumento de que hay riesgo de reiteración delictiva, Llarena ordenó que se mantenga en prisión incondicional y de manera cautelar a los cuatro líderes catalanes señalados.

Este magistrado fue quien ordenó la libertad bajo fianza para los cinco miembros de la Mesa del Parlamento catalán que también son procesados por los delitos de rebelión, sedición y malversación.

Junqueras es además el máximo dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que aspira a convertirse por primera vez en sus más de 80 años de historia en la primera fuerza política de Cataluña en los comicios del 21 de diciembre. Su lugar en la dirigencia del partido lo ocupa, de momento, Marta Rovira, quien era su mano derecha, pero en su formación y en el independentismo catalán Junqueras es referencia esencial.

El ex consejero del Interior, Joaquim Forn, tuvo un papel protagónico en el referendo de independencia del primero de octubre y en la crisis institucional que se abrió con el Estado español, al ser el responsable último de la actuación de la policía catalana y también responsable de la seguridad de los inmuebles del Estado. Su trayectoria está más vinculada al nacionalismo conservador de la antigua Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), ahora Partido Demócrata de Catalunya (PDCAT) que tiene como líder al ex presidente Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica desde finales de octubre y a la espera de que un juez decida –el 14 de este mes– si será extraditado a España.

Los Jordis son los líderes sociales de referencia del movimiento separatista, uno desde la presidencia de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y el otro desde la plataforma Òmnium Cultural. Sànchez y Cruixart llevan más tiempo que ninguno en prisión; están en la cárcel de alta seguridad de Soto del Real desde el pasado 16 de noviembre acusados del delito de sedición por su presunta vinculación en una serie de sabotajes contra la justicia y la policía española en movilizaciones registradas el pasado 16 de septiembre.

En su fallo, el juez Llarena analiza los requisitos legales para acordar una medida de prisión, que se centró especialmente en el riesgo de fuga y el de reiteración delictiva. Llarena descarta el riesgo de fuga, y considera que la situación de los ex consejeros y de los lideres de ANC y Òmnium es similar a la que apreció en el caso de los miembros de la Mesa del Parlamento, en cuanto que su aportación al delito se ubicaría en principio en un plano de principalidad equivalente al que ofrecía el comportamiento de la ex presidenta del Congreso catalán, Carme Forcadell, y también porque cuentan con un profundo arraigo personal, laboral y social, así como disposición para atender los llamados judiciales que se les han cursado hasta ahora.

Sin embargo, en cuanto a la reiteración delictiva, el magistrado distingue entre la actuación de los miembros de la Mesa del Parlamento, cuya aportación se limitó a desatender cuantas decisiones judiciales se habían dictado, y la actuación de los 10 querellados, en los que el juez aprecia un juicio razonable de riesgo de reiteración delictiva, por la lesividad que puede acompañar a la reiteración de sus aportaciones.

El juez individualiza las actuaciones de los acusados y, en el caso de Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart, entiende que sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella.

Los seis ex consejeros que obtuvieron libertad bajo fianza salieron este lunes. Las primeras en volver a pisar la calle fueron las dos políticas que compartieron celda en la cárcel de Alcalá Meco, Meritxell Borrás y Dolors Bassa. Una hora después salieron de la prisión de Estremera Raül Romeva, Carles Mundó, Jordi Turull y Josep Rull.

Cada uno depositó su fianza de 100 mil euros, es decir, que en total la ANC entregó a la justicia española 600 mil euros. A los que hay que sumar los 150 mil que pagó por la liberación de Carme Forcadell y los 100 mil de los cuatro diputados de la Mesa del Parlamento que también fueron liberados.

La líder de ERC, Marta Rovira, criticó el fallo del juez, al considerar que es un intento encubierto de proscribir a la formación política e impedir que concurra a los comicios electorales en igualdad de oportunidades. Y que además les deja en clara situación de indefensión y nos queda claro que Junqueras sigue en la cárcel porque le tienen miedo.

También desde Bruselas se informó que el juez que deberá decidir el futuro inmediato de Puigdemont y de los cuatro ex consejeros tomará la decisión el próximo 14 de diciembre, es decir, a sólo una semana de la jornada electoral.

Encuesta da como vencedor a Ciudadanos

A poco más de dos semanas y media de los comicios, un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas reveló que el partido más votado sería el conservador Ciudadanos, que obtendría 22.5 por ciento de votos, aunque se quedaría sólo con entre 31 y 32 escaños. La segunda fuerza más votada sería ERC, que llegaría a 20.8 por ciento que le servirían para sumar 32 diputados. La tercera sería Junts per Catalunya, que obtendría entre 25 y 26 diputados, con 16.9 por ciento de sufragios.