Madrid.

Pamela Anderson apareció en la televisión española. Hollywood está lleno de Harveys Weinsteins. Muchísimos. Como cualquier mujer sabe, todos los sectores los tienen planteó.

La actriz aseguró que la carrera de cualquier actriz está sexualizada: Todo el tiempo te dicen que subas a la habitación de alguien. Hay que ser lista y saber esquivar, y hablando de su propia experiencia reconocía: “Me ha ocurrido muchas veces. Te dice la gente: ‘Te estoy considerando para este papel en esta película. ¿Por qué no vienes a mi hotel y hacemos una entrevista privada?’ Pues no vas, simplemente no vas. A mí me han ofrecido muchísimo dinero para... compartir jacuzzi con alguien y ese tipo de cosas. Al principio era muy ingenua, pero al final conseguí simplemente eludir todas estas trampas y si algo que no me parecía que fuese a salir bien, no lo hacía y ya está”, comentó tajante.

Hambre de fama

Sin embargo, la gente está muy desesperada por conseguir un trabajo en Hollywood o hacerse famosa, y piensan que esa es la única manera de hacerlo. Creo que parte de que siga aquí es porque me he hecho respetar por la gente de la industria, aseveró la actriz.

Todo el tiempo te dicen que subas a la habitación de alguien, asegura Pamela Anderson, quien aparece en imagen de 2007, en la televisión polacaFoto Ap

No obstante, Pam fue un paso más allá y confesó su propia experiencia con el productor Harvey Weinstein: “No es una persona muy maja que digamos. Teníamos apalabrada una película de superhéroes o algo así. Yo hacía de la chica invisible, con un perro invisible y dije que no trabajaría con animales porque también hay abusos y explotación hacia ellos. No quise. Le dije: ‘Como es un perro invisible, ponemos una cruz en el suelo y listo, pero que no haya un animal de verdad en el set’. Él dijo: ‘De ninguna manera’. Al final no acepté el papel, y me amenazó: ‘Nunca vas a trabajar en Hollywood. Tienes suerte siquiera de que te haya dirigido la palabra. Nunca vas a hacer nada’. Fue súper cruel y muy grosero”.

Pamela también confesó: “Salir en la portada de Playboy está muy bien, es halagador, pero no es como si ganaras el Nobel de la Paz”, dijo, recordando su relación con el fundador de la revista, Hugh Hefner, de quien aseguró que era un hombre encantador.