En la ola de automotrices que reivindican fallas técnicas en sus automóviles, Honda llamó a 565 camionetas CR-V modelo 2016 a revisión por un error en el sistema de bolsas antichoque. Retiró las unidades para remplazarlas, pues tienen un defecto que podría hacerlas estallar y arrojar trozos de metal. La empresa aseguró que se vendieron sólo 30 antes de que fuera emitido el anuncio. Aun así, es una controversia para las bolsas fabricadas por Takata Corp. Autoridades informaron en octubre que ocho personas murieron porque las bolsas estallan con fuerza excesiva, desprendiendo trozos metálicos en el carro. Antes llamaron a 800 mil Odyssey vendidas en Estados Unidos por un problema en los asientos. La alerta afecta a modelos de 2011 a 2017 vendidas en Estados Unidos, pero podría ampliarse a otras comercializadas en Canadá, México y Corea del Sur, dijo Teruhiko Tatebe, portavoz de la compañía. El problema está en un pestillo del asiento trasero. Si no está bien cerrado, el asiento puede moverse, indicó Honda, que recibió 46 informes de heridas relacionadas con ese problema. Más reciente, las camionetas de Honda modelo Pilot 2016 traen un defecto de fábrica. Empiezan a emitir un sonido casi un año después de haberse comprado. Lo más lamentable es que la armadora japonesa no se hace responsable del defecto. Así lo dijeron clientes que compraron camionetas de ese tipo. Aseguraron que han tratado de ponerse de acuerdo con Claudia Acevedo, de Honda Pedregal, y no ha prosperado su exigencia.