Martes 5 de diciembre de 2017, p. 2
El grupo de investigadores en biología molecular de la Universidad Médica Hebrea de Jerusalén, encabezado por Ruth Gabizón, ha comprobado tras varios años de trabajo, que el potencial del omega 5 puede llegar al cerebro y demorar el daño a las neuronas, ante problemas y enfermedades neurodegenerativas.
De visita en México, para promover productos con este contenido, la investigadora explicó que mediante la nanotecnología se ha logrado que este aceite atraviese la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro, donde actúa como antioxidante.
Ruth Gabizón, especialista que trabajo con el premio Nobel de Medicina 1997, Stanley Ben Prosiner, dictó una conferencia en el teatro Xola Julio Prieto; explicó que resultado de los trabajos de muchos años hoy se conoce que en todas las enfermedades degenerativas del cerebro hay una proteína que se degrada, que en vez de desintegrarse forma racimos de células muertas que se unen unas a otras y bloquean el sistema de eliminación de toxinas de las demás células cerebrales, lo que causa una oxidación exagerada que ocasiona la muerte de más células, lo cual constituye un círculo vicioso.
Semilla de granada, la base
Dijo que en casos de pacientes que ya sufren una enfermedad cerebrodegenerativa, causada por la muerte de las células cerebrales, como Alzheimer, Parkinson o esclerosis múltiple, en etapas avanzadas, lo máximo a que se puede aspirar es a mantener al paciente en su estado actual, pero las células cerebrales que ya murieron no se pueden recuperar, por tanto su investigación se centró en evitar el desarrollo de la enfermedad en los portadores del gen o personas en riesgo.
La especialista señaló que sus investigaciones desarrollaron una forma de concentrar el aceite de semilla de granada en nanopartículas con las mismas características del aceite en su forma natural, cuya ventaja es que éstas no son detenidas por el sistema digestivo sino que llegan al sistema circulatorio y de allí directo al cerebro.