Madrid.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, participó en un acto de precampaña electoral en Cataluña, en el que arremetió contra las ensoñaciones de los independentistas y advirtió que el proceso de secesión unilateral ya no da más de sí, nadie lo apoyó y es normal. La efervescencia política va en aumento de cara a los comicios autonómicos del próximo 21 de diciembre, en los que se enfrentan dos grandes bloques que, según encuestas, están empatados: el que defiende la independencia del Estado español y el que es partidario de mantener el actual estatuto de autonomía.

Cataluña vive una situación de excepción desde el pasado 28 de octubre, cuando el gobierno español aplicó el artículo 155 de la Constitución y ordenó el cese del gobierno catalán en pleno, la disolución de las cortes y la convocatoria a elecciones.

“El cuento del independentismo ya no da más de sí, nadie lo apoya y es normal, con lo que los comicios que vienen son para acabar con el ensimismamiento y para que corra el aire, porque ya es hora de hablar de cosas distintas que del procés, que ya se ha acabado y ha terminado mal”, señaló Rajoy.

Agregó: “El procés ha sido muy negativo para la economía. Una mentira, una más. Dijeron que no iba a afectar la economía, y menos mal que no ha afectado. Dijeron que iban a contar con el apoyo de Europa. ¿Con el apoyo de quién?”

En su opinión, Cataluña necesita reconciliarse con la verdad, con la ley, con su dinamismo, con su vocación europea y consigo misma”. Para Rajoy, ahora es primordial recobrar la convivencia en paz, en su pluralidad, y ha admitido que habrá que poner en valor el 22-D el carácter en favor de hablar dialogar y negociar.

Rajoy y el candidato pro español en las elecciones catalanas, Xavier García Albiol, denunciaron y repudiaron el intento de quemar una vivienda en Barcelona, porque tenía colgada en su balcón una bandera española. El ataque se produjo por la madrugada y el fuego se pudo haber propagado al resto de la vivienda, donde vivía una pareja con sus tres hijos, y a todo el edificio, pero los bomberos lo apagaron rápidamente. En otro acto que también cosechó las críticas del bloque unionista, aparecieron colgados de cabeza, de un puente, muñecos con las siglas de los tres partidos que defienden su adhesión a España: el Partido Popular, el Partido Socialista de Cataluña y Ciudadanos.

En la marca electoral de Junts per Catalunya, liderada por el ex presidente Carles Puigdemont, se celebró también un mitin, en el que participó mediante una videoconferencia desde Bélgica y en la que volvió a defender la unidad y mantener el espíritu cívico y pacífico de los últimos años del movimiento separatistas. Es el espíritu que puede doblegar el autoritarismo y que ha obligado al Estado a asumir que el futuro de los pueblos no se decide en un consejo de ministros ni en un tribunal, sino se juega en las urnas. Puigdemont advirtió: Tenemos que cambiar de Estado para conseguir cambiar de era, para pasar de un Estado que aún vive en el siglo XX o XIX, y cambiarlo por uno que hable con el mundo de los retos del siglo XXI. Para cambiar el estado de miedo, de imposición y de autoritarismo que vive Cataluña, se deben dejar de lado las pasiones del nacionalismo imperialista gastado del siglo XX.

Finalmente, miles de personas acudieron a un concierto en Montjuic para recaudar fondos para la Asamblea Nacional Catalana, que se hará cargo de las fianzas. Se cree que la próxima semana tendrán que ser pagadas para que salgan en libertad los ex miembros del gobierno, que están en prisión preventiva desde hace un mes.