El mexicano Rey Vargas retuvo su título supergallo del CMB
Domingo 3 de diciembre de 2017, p. a35
Nueva York.
Miguel Cotto se despidió del boxeo. No pudo conseguir la victoria ante Sadam Ali, quien le arrebató el cinturón superwélter de la OMB en el Madison Square Garden en Nueva York.
El boricua de 37 años dio un combate cerrado, donde Ali tuvo momentos de lucidez y creció en los episodios finales para vencer por decisión unánime, aunque algunos especialistas no compartieron el veredicto.
Cotto se despidió del público conmovido, cerró una carrera en la que fue campeón en cuatro divisiones distintas, superligero, wélter, superwélter y mediano. Una trayectoria en la que enfrentó a los mejores de su generación, con una historia de 41 victorias con 33 nocauts y seis derrotas, entre ellas las que sufrió ante el mexicano Saúl Canelo Álvarez, Floyd Mayweather Jr., Manny Pacquiao y Antonio Margarito.
Cuando le preguntaron que se le había complicado en la pelea de su despedida, Cotto dijo que sufrió una lesión en el brazo izquierdo y lo mostró.
No hay que meter excusas
, dijo Cotto al final del combate; son cosas que pasan al calor de una pelea, me lastimé el bíceps en el round siete y desde ahí se me complicó
.
Cotto mantuvo a raya a Ali durante los primeros episodios, sobre todo al cortarle la distancia conectando con estupendos rectos. El jab del boricua fue una de sus herramientas más eficaces.
En el sexto episodio conectó potentes golpes en el rostro de Ali.
En el octavo Cotto llevó contra las cuerdas a Ali, quien salió como pudo de la trampa, lanzando golpes para salvarse, e incluso logró llevar a las cuerdas a Cotto.
El boricua empezó a mostrar signos de cansancio, Ali, entonces, empezó a crecer, con una zurda que lució amenazante. Ali cerró muy bien, luciendo incluso más contundente. Después vino el veredicto, Sadam Ali nuevo campeón mundial. Pero el verdadero suceso fue la despedida de un legendario Miguel Cotto.
Antes de eso, el mexicano Rey Vargas retuvo su título mundial al superar por decisión a Óscar Negrete en un encarnizado combate en que el campeón terminó con el rostro hinchado y ensangrentado tras recibir algunos cabezazos del retador.
Pese a las heridas, el mexicano se impuso en una batalla de púgiles invictos y defendió su cetro supergallo del Consejo Mundial de Boxeo.