El Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta concluyó ayer con sendos homenajes a Eduardo del Río, Rius, y al monero de La Jornada, Antonio Helguera, quien recibió el reconocimiento La Catrina.

Al medio día, los caricaturistas Rafael Barajas El Fisgón, Helguera, Erasmo, Rapé y Patricio, además del director de TV Unam, el cineasta Armando Casas, se reunieron para recordar a Rius, fallecido el pasado 8 de agosto. Como todos sabemos, los grandes ídolos del pueblo nunca mueren, dijo Patricio, quien señaló que uno de los ejemplos de que Eduardo del Río no ha muerto es que acaba de publicar un nuevo libro, Ramm ha vuelto, y en un mes se publicará otro más: De qué protestan los protestantes.

El Fisgón recordó los inicios de Rius en la caricatura e invitó a los jóvenes que deseen ser caricaturistas a que dibujen todos los días, se informen y que se regalen un libro de Rius, quien tiene más de 120 en su haber. Aseguró que “México sería otro si todos leyéramos a Rius. No tendríamos un presidente como Peña Nieto”. Luego leyó el testamento que el caricaturista dejó a sus lectores, a los políticos y a la izquierda mexicana. 

Helguera, en tanto, habló de la genialidad de Rius. “Un buen caricaturista tiene uno o dos talentos, si tiene dos ya es muy bueno, pero Rius era un maestro del dibujo, del humor, editor, gran diseñador, historiador, guionista. Uno de los talentos que más admiraba, seguramente porque carezco de él, era su sentido del humor, cuando una persona tiene sentido del humor puede reírse de sí mismo y de su muerte. Así era Rius”.

Como parte del homenaje, Armando Casas presentó un fragmento del documental dedicado a Rius, el cual se convirtió en uno de los más vistos de TV Unam en su canal de YouTube. Poco después, las autoridades de la FIL entregaron a su viuda, Micaela Flores, un reconocimiento póstumo al caricaturista y la editorial Penguin House una escultura de su personaje Calzonzin.

Flores recordó: Fue un artista notable, historietista genial, maestro generoso y hombre bueno; personaje discreto, un mexicano en muchos sentidos; un padre ejemplar y cuidadoso, una gran persona. Ahora que no está aquí para rechazar los homenajes es justo que lo celebremos.

Libertad espinosa

Minutos después se inició el Homenaje de Caricatura La Catrina, en esta edición dedicado a Helguera, en el que participó el presidente de la FIL, Raúl Padilla, quien señaló que este reconocimiento se entregó por primera vez en 2002. Dijo que en el trabajo de Helguera podemos celebrar su libertad alegre, espinosa y combativa. Con su obra, al reír pensamos y reflexionamos los problemas que son el fondo de su dibujos, como la violencia, la impunidad, el autoengaño, y todos los monstruos surgidos de los sueños de la razón.

En su discurso, Helguera reconoció a Rius y Naranjo, a La Jornada y a sus colegas moneros; habló de la crisis que han vivido los medios en un sexenio especialmente severo, duro y hostil, y recordó a los corresponsales de este diario Miroslava Breach y Javier Valdéz, que fueron asesinados, así como a Regina Martínez, corresponsal de Proceso, otro de los medios en los que colabora. Por ellos por mencionar a tres de los periodistas que han sido asesinados estos años, exijo justicia como muchos, a sabiendas de que caerá en oídos cínicamente sordos.