Rosa María de la Garza Ramírez, mejor conocida como Rosi Orozco, tiene una docena de empresas, fundaciones e instituciones educativas, supuestamente para apoyar a víctimas de trata de personas, pero en realidad es un gran negocio que inició en el sexenio de Felipe Calderón y se ha incrementado en la actual administración de Enrique Peña Nieto con contratos y donaciones por casi 30 millones de pesos en los pasados tres años.

La presidenta de la Comisión contra la Trata de Personas, la panista Adriana Dávila, quién pidió el miércoles pasado al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, investigar esas donaciones millonarias, comentó en entrevista que los datos que dio son sólo a nivel federal y del gobierno de la Ciudad de México, ya que la llamada Rosi Orozco recibe también recursos de la mayoría de los estados de la República.

Junto con su marido, Alejandro Orozco Rubio y sus hijos Emilio y Pablo, Rosi Orozco ha creado un próspero negocio familiar , que incluye seis casas decomisados por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), que le fueron entregadas para las víctimas de trata, pero que son usadas para beneficio personal.

La senadora Dávila explicó que la mecánica que utiliza la familia Orozco de la Garza es llevar a víctimas de trata para que expongan sus testimonios. De esa forma logró el año pasado, con el apoyo del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, viajar al Vaticano y lo mismo ha hecho, con recursos públicos en otros viajes a Dubai, París, Roma, Madrid, Londres, y Los Ángeles, entre otros destinos. Un total de 119 viajes nacionales e internacionales, de ella y varios integrantes de sus fundaciones.

Otro mecanismo por el que la familia Orozco de la Garza obtiene fuertes recursos es por certificar a gobiernos en su lucha contra la trata de personas . Así lo hizo con el ex mandatario de Veracruz, Javier Duarte, el de Puebla, Rafael Moreno Valle, y del estado de México, Eruviel Ávila. Tres entidades en que se multiplican los asesinatos de mujeres.

El 6 de octubre de 2016 otorgó el premio Hoja en Blanco a Alberto Kibrit, fundador de las empresas Expo Sexo, por los donativos que realizó a sus fundaciones, entre ellas Casa de la Roca. El dinero hizo que los Orozco de la Garza dejaran atrás las críticas que antes hacían a ese tipo de personajes, recalcó la legisladora.

Comentó que Rosi Orozco, quien trató de ser senadora bajo las siglas del PAN en 2012 –estuvo en la lista plurinominal– no está afiliada al partido. Sostuvo que ha tratado de encontrar la información sobre el respaldo económico que se le dio durante el sexenio de Calderón, pero no hay cifras.

Mediante Transparencia, dijo, ha tratado de ubicar los recursos públicos canalizados a la familia Orozco, pero la información está sólo a partir de 2013. “He logrado detectar que mientras hay infinidad de organizaciones de víctimas de trata de personas, la mayoría de los subsidios son para esta familia.

La Comisión Unidos contra la Trata, Fundación Camino a Casa y Fundación Reintegra, obtuvieron de 2013 a la fecha, más de 16 millones de pesos, y seis de sus empresas casi 14 millones en contratos asignados de forma directa. Entre ellas Superabogado, cuyo giro es la asesoría en gestión de negocios, Goldster Inc, una plataforma de música bíblica y la Comercializadora Pablo Orozco de la Garza.

Rosi Orozco y su familia tienen tambien la Comecializadora Dagira, Red Banana, Inmobiliaria Doña Rosa, Librería Visión, Instituto Centuriones y Universidad de las Naciones. Como representante legal de la mayoría de empresas, fundaciones e instituciones educativas, aparece Germán Villar Barajas, quien ya falleció, y Teresa Edith Chamosa, a quien se sigue un proceso por coyotaje en la delegación Cuauhtémoc.

La senadora Dávila resaltó que interpondrá denuncias por la responsabilidad de servidores públicos en el otorgamiento de donativos y contratos a la familia Orozco de la Garza, ya que es obvio que hay corrupción.