Después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó el triunfo de Miguel Ángel Riquelme al gobierno de Coahuila, el ex abanderado de Morena, Armando Guadiana, sostuvo que aunque ganó la corrupción, el priísta es el gobernador electo, y le solicitó una reunión urgente para abordar problemáticas estatales, como inseguridad y derechos humanos.

Más tarde, Riquelme Solís llamó a sus adversarios a trabajar en unidad. Es momento del encuentro y del acuerdo. Reitero mi llamado a buscar nuestras coincidencias y alcanzar los acuerdos esenciales que le permitan a los coahuilenses transitar en la ruta del progreso y del desarrollo, dijo.

Señaló que los magistrados garantizaron que el voto y la voluntad de los coahuilenses se respetara, y convocó a que todos pongan su grano de arena para tener un estado con seguridad, competitivo, con justicia social y en el que convivamos con respeto y tolerancia.

Para entonces, Guadiana ya le había pedido, mediante un video en Twitter, una reunión antes de su toma de posesión como gobernador el primero de diciembre, para tratar temas como la deuda que permaneció en la opacidad; el problema de la matanza de Allende (2011) y del penal de Piedras Negras. Problemas de inseguridad, de derechos humanos y todo eso importante para el futuro de todos los que vivimos en Coahuila, dijo.

Horas después, en Saltillo, el empresario, al sumarse a una conferencia de prensa donde otros ex candidatos de oposición acusaron al TEPJF de traicionar la voluntad de la mayoría de los coahuilenses y mostrar sus peores credenciales como un órgano de autoridad al servicio de unos cuantos, se pronunció por respetar las leyes y reconocer a Riquelme como gobernador electo.

Hace una semana les dije en su cara a los siete magistrados que no confiábamos en sus decisiones; yo no confié nunca, y esa fue la resolución: avalar una elección fraudulenta, pero bueno, será la última palabra y hay que respetar las leyes, más no a los que actúan con ella, por eso ahora Miguel Riquelme es el gobernador electo de Coahuila.

El priísta Miguel Ángel Riquelme hizo en Coahuila un llamado de unidad a los candidatos de otros partidosFoto Cuartoscuro

Por su parte, el ex abanderado de la Alianza Ciudadana por Coahuila, el panista José Guillermo Anaya Llamas, cuestionó que los magistrados no hayan escuchado la indignación de cientos de miles de coahuilenses; simplemente fueron ignorados por un tribunal secuestrado por el PRI-Gobierno.

Manifestó que la resolución sienta un mal precedente para la elección de 2018, pues “todos los candidatos podrán gastar en redes sociales sin regulación, hacer guerra sucia con desplegados o inserciones pagadas sin que afecte a su gasto de campaña; condicionar programas sociales con tarjetas falsas y pulverizar todo tipo de gastos con un esquema permisivo de prorrateo”.

El dirigente del PAN, Bernardo González Morales, secundó las críticas a los magistrados. Es lamentable que se vendieran de esa manera tan descarada, sostuvo. En tanto que el ex candidato independiente, Javier Guerrero, aseguró sentir rabia, coraje, incredulidad y tristeza por la calidad de los argumentos y criterios con los que desecharon evidencias.

En la Ciudad de México, el representante del PAN ante el INE, Eduardo Aguilar, también consideró que el fallo del TEPJF valida prácticas ilegales utilizadas por el PRI, como el reparto de tarjetas que coaccionan el voto, lo que puede generar un grave precedente para 2018.

Algo muy grave es que el tribunal regañó al INE, pero no le impuso sanción al director de la Unidad Técnica de Fiscalización, Eduardo Gurza, quien emitió un oficio contra la ley, con el cual los magistrados eliminaron gastos del ahora gobernador electo, sostuvo.