El fallo abre la puerta a nuevas intervenciones militares: expertos
Domingo 26 de noviembre de 2017, p. 27
Harare.
La intervención militar que llevó a la renuncia de Robert Mugabe –de 72 años– a la presidencia de Zimbabue fue legal
, según un fallo emitido el viernes pasado y dado a conocer ayer por el juez George Chiweshe, de la Corte Suprema, reportó la televisora estatal, hecho criticado por organizaciones internacionales.
Los actos de las fuerzas de defensa zimbabuenses destinados a impedir que los allegados al ex presidente Mugabe usurparan el poder son legales y permisibles bajo la constitución
, subrayó Chiweshe en una audiencia realizada en esta capital, a la que acudieron dos personas.
El magistrado dijo, sin mencionar nombres, que esas acciones impidieron a personas no electas o asignadas a un cargo ejercer funciones ejecutivas. La declaración, aparentemente, hace referencia a la esposa del ex mandatario, Grace Mugabe, de 52 años, quien se perfilaba para ganar los comicios presidenciales de 2018.
En otra sentencia, Chiweshe consideró ilegal la destitución de Emmerson Mnangagwa, de 72 años, actual presidente del país y rival de Grace Mugabe, cuando ejerció de vicepresidente para Robert Mugabe, lo que desató la actual crisis política.
Los militares tomaron el control del país la noche del 14 de noviembre para oponerse al despido de Mnangagwa. Esto llevó al ex gobernante a prisión domiciliaria, pero el ejército inmediatamente negó que se tratara de un golpe de Estado.
Desde ese momento Mugabe recibió el rechazo del partido gobernante, Unión Africana de Zimbabue-Frente Patriótico, del que fue secretario general, se efectuó una gran manifestación para exigir su dimisión y congresistas realizaban sesiones para destituirlo mediante un juicio político.
La presión lo llevó a renunciar el martes pasado, después de 37 años en el poder. Mnangagwa, exiliado luego de su cese, regresó a Harare para juramentar el viernes anterior como el segundo presidente de Zimbabue, tras su independencia en 1980 de las colonias británicas de la entonces llamada Rhodesia.
Ambos fallos fueron criticados por organizaciones internacionales y expertos, debido a que dan oportunidad al ejército de intervenir nuevamente, sin autorizaciones o argumentos, en asuntos meramente políticos y democráticos de Zimbabue.