Sólo al pensar con audacia y rigor en lengua materna se desarrolla esta disciplina
Viernes 24 de noviembre de 2017, p. 22
La filosofía se desarrolla con ímpetu sólo cuando se escribe en la lengua materna, como ha sucedido y sucede en México, por eso hay que pensar en español con audacia y rigor
, afirmó Jaime Labastida Ochoa, director de la Academia Mexicana de la Lengua.
Al impartir una conferencia magistral –en el contexto de su reciente investidura como doctor honoris causa por la máxima casa de estudios–, Labastida señaló que el idioma español tiene un amplio desarrollo en poesía, teatro, narrativa y en teolo-gía, pero sólo en los decenios recientes posee filosofía propia
.
Dicho concepto, aclaró el también poeta, periodista y ensayista, se refiere a tener un pensamiento radical, original, auténtico, sin importar sus temas, sino el método y el rigor con el que se examinan los asuntos de que trate
.
Labastida, miembro fundador y director general de la Editorial Siglo XXI, subrayó también que se puede y se debe pensar en español, al cual debemos considerar matriz, es decir, el espacio donde concebimos palabras a las que damos significado de manera creativa.
Asimismo, indicó que hay que reconocer que la lengua española no ha conocido, a lo largo de su historia, un crecimiento suficiente del pensar filosófico, y no dispone de un sistema de pensamiento propio, como lo tienen el idealismo alemán, el empirismo inglés o el racionalismo francés.
Pese a ello, en los pasados 70 años han existido en México diversos libros de una factura rigurosa que nos obligan a suponer que la filosofía ha adquirido carácter y nivel profesionales
, entre ellos Metafísica de la expresión, de Eduardo Nicol; La invención de América, de Edmundo O’Gorman; La idea y el ente en la filosofía de Descartes, de Luis Villoro o Filosofía de la praxis, de Adolfo Sánchez Vázquez.
Para filosofar en cierta lengua, explicó Labastida Ochoa, hacen falta condiciones necesarias y suficientes, aparte de las lingüísticas, como la presencia del verbo ser. Añadamos que el español posee dos verbos que lo predisponen a filosofar, ser y estar, de los cuales dispone también el portugués
.
De igual forma, cuestionó el significado de la palabra filosofía
, y por qué hasta hoy no admite traducción. ¿Amor al saber y sólo eso? Deberíamos penetrar mucho más en su posible significado
. Filosofar, acotó, implica una tarea fundamental: ir a la raíz, dudar, indagar, no darse por satisfecho jamás.